La confianza de los consumidores costarricenses registra los niveles más bajos desde agosto del 2015.
A pesar de la inflación, prácticamente nula desde el año pasado, un crecimiento económico esperado de un 4,2% (según el Programa Macroeconómico) y la expectativa de la estabilidad en el tipo de cambio, los costarricenses están cada vez más pesimistas acerca de sus posibilidades de compra, sus salarios y la situación económica nacional.
Así lo destaca el estudio número 51 de la encuesta del Índice de Confianza del Consumidor, realizada por la Unidad de Servicios Estadísticos de la Universidad de Costa Rica (UCR) del 4 al 19 de agosto de este año, a través de las consultas a 704 hogares con teléfono fijo.
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El estudio, con un margen de error de más menos 1,8 puntos para el índice (3,7 puntos para los porcentajes), describe un panorama negativo de parte de los costarricenses acerca de sus expectativas en el futuro del país y en sus posibilidades de compra.
En general, la confianza de los consumidores llegó en agosto a 36 de 100 puntos posibles en el índice. Una cifra tan baja no se había observado desde agosto del año pasado, cuando la confianza se ubicaba en un 31,6.
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La confianza en el panorama baja en casi todos los grupos, géneros y estratos. El índice registra caídas en los dos sexos, entre los mayores de 35 años, en todos los niveles educativos y en todos los grupos económicos según el monto de ingreso familiar mensual. Sin embargo, es en las familias que reportan menos ingresos donde se percibe un mayor aumento en el pesimismo.
"Son los grupos sociales menos favorecidos los que más están perdiendo la confianza", destaca el investigador Johnny Madrigal.
Tan solo hace tres meses la confianza registrada en los grupos que decían tener "grandes dificultades" respecto a su ingreso familiar mensual era de 29,2%. Actualmente el dato alcanza el 18,3%.
Mal momento para comprar automóvil o vivienda, opinan costarricenses
¿Cómo podría aumentar el pesimismo ante una inflación prácticamente nula y una expectativa de crecimiento económico de un 4,2% en el 2016 para el país?
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"Me parece que, por primera vez, está afectando mucho la situación económica salarial. ¿Cuándo no ha habido aumentos salariales? Ahora es casi nulo. Eso lo está resintiendo el consumidor", dice Madrigal.
"El problema es que las percepciones son tan importantes como la propia realidad" agrega. Las caídas en la confianza del consumidor pueden provocar bajas en la apertura de los costarricenses a adquirir deudas o comprar productos.
Un buen ejemplo se observa en la disposición de los ticos a comprar un automóvil o una vivienda. Un 56,1% de los encuestados opina que es un mal momento para comprar casa y un 64,2% opina que no es un buen momento para adquirir un automóvil. Además, un 79,4% de los encuestados (la mayoría) piensan que los combustibles aumentarán de precio en el próximo año.
Costarricenses piensan que desempleo y pobreza aumentarán
En general, los costarricenses piensan que el trabajo del Gobierno en la política económica es "pobre". Es la consideración de un 70,5% de los costarricenses (solo hasta hace dos años se registraba un porcentaje mayor a este, de un 74,6%). Se refieren a las políticas para combatir la inflación, la pobreza y el desempleo en el país.
Sobre estas dos últimas, los ticos piensan que el país se acerca a un escenario de mayor desempleo o pobreza. Un 58,8% piensa que en un año el país tendrá más desempleo y 30% cree que las cifras se mantendrán.
También un 61,8% considera que la pobreza aumentará en el 2017, mientras que un 31,7% cree que se mantendrá.
"Hay, en resumen una incertidumbre cada vez más acentuada. Las clases económicas menos favorecidas son las que experimentan el pesimismo más acentuado. La valoración del futuro económico y de la situación económica actual se percibe como poco favorable. Además, las familias tienen expectativas de un ingreso menor, esperan aumentos en el tipo de cambio, aumentos en los combustibles y pérdidas en su capacidad de compra (...) Realmente observamos una importante tendencia hacia la baja", cerró Madrigal.