La confianza de los consumidores en la economía costarricense cayó, en julio anterior, a uno de sus niveles más bajos, comparable solo con los observados durante la crisis global de hace cinco años.
El índice de confianza del consumidor (ICC), hecho por Unimer para El Financiero , fue de 3,7 puntos –donde 10 es la mejor nota– similar al de finales del 2008 y comienzos del 2009, cuando el país estuvo en recesión.
La reducción está fundamentada, en parte, por un deterioro en las expectativas económicas de las familias. Por ejemplo, hoy solo 36,8% de las personas considera que dentro de un año estará mejor, cuando en diciembre pasado, esta cifra era del 50%.
Asimismo, las condiciones laborales y de negocio, actuales y futuras, también desmejoraron. Para el 41% de los consultados la situación estará peor en los próximos 12 meses, mientras que en diciembre solo el 31% pensaba así.
“El índice se ve muy afectado por lo que la gente siente a nivel personal y familiar. Las personas están pesimistas en cuanto a su seguridad financiera y su prosperidad en el futuro”, explicó Ana Lía Jiménez, directora general de Unimer.
Para Johnny Madrigal, investigador de la Universidad de Costa Rica, hay una desesperanza económica porque las personas no ven buenas acciones para reactivar el país y tener mejores oportunidades en el futuro.
El ICC se realiza mensualmente con base en una encuesta a 400 hogares. El estudio consta de cinco preguntas para medir la percepción de la población en aspectos de la economía personal y del país.
Otra coyuntura. Pese al deterioro del ICC, la desconfianza de los consumidores ocurre en un periodo muy diferente al de la crisis económica de hace cinco años.
En primer lugar, cuando el ICC cayó a su nivel más bajo, la economía nacional estaba en recesión. En la actualidad el índice mensual de actividad económica cumplió dos meses consecutivos de aceleración (mayo y junio), y para este año se espera que la producción crezca un 3%, según el Banco Central.
Asimismo, la tasa básica pasiva, actualmente en un 6,55%, está en su nivel más bajo desde finales del 2008. Mientras que el precio del dólar sigue estable y no supera los ¢520 desde mediados del 2010.
Para el vicepresidente Luis Liberman no habrá una reactivación importante en el índice de confianza hasta que la actividad económica tenga un periodo de más de cuatro meses de crecimiento.
“La reducción tan grande en las tasas de interés es muy importante y tendrá un efecto positivo, aunque algunos cuestionen que sean sostenibles”, dijo.
En el tema laboral, uno de los que más preocupa a las familias, la perspectiva empresarial no es halagüeña. El pesimismo del sector productivo aún está presente.
Luis Mesalles, vicepresidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), comentó que aunque la economía está un poco mejor, comparado con la época de la recesión, no crece lo suficiente para satisfacer la demanda de empleo en el país.