Un total de 1.421 personas y empresas que compran y venden dólares en el mercado mayorista Monex, quedarían fuera de esta plataforma si prospera una idea que lanzó el futuro presidente del Banco Central, Olivier Castro.
Para él es un contrasentido que el instituto emisor participe como agente negociador con el público pues para eso ya designó a los bancos comerciales.
No obstante, el actual presidente del Central, Rodrigo Bolaños, difiere de esta posición y señala que esta plataforma se creó para fomentar la competencia en el mercado cambiario completo y ayudar a bajar el margen entre compra y venta.
El Mercado de Monedas Extranjeras (Monex), se creó en el 2006 junto con el sistema de bandas cambiarias.
En este mercado puede participar cualquier persona o empresa que cuente con un certificado digital y que negocie como mínimo $1.000.
Según el Central, actualmente están registradas 779 personas físicas y 642 empresas, además de las entidades financieras.
Los usuarios de este mercado pueden obtener precios de compra y venta del dólar mejores que los de ventanilla de los bancos, aunque las personas y empresas también pueden negociar directamente con las instituciones financieras.
Bernal Jiménez Chavarría, quien era directivo del Banco Central cuando se creó el Monex, explicó que hay diferentes formas de organizar mercados.
Unos son los mercados OTC (sobre el mostrador, por sus siglas en inglés) donde las entidades financieras negocian con los clientes.
“La desventaja que tiene eso es que hay muchas instituciones financieras operando en forma separada y entonces la información no fluye bien porque usted tiene que estar llamando a la otra y averiguar cómo está para ver qué le ofrece, entonces formar el precio cuesta mucho”, dijo.
Otros son los mercados, como el Monex, donde todos los participantes tienen acceso a la misma información. Por ejemplo, si una persona va a transar divisas ahí puede saber a qué precios han negociado los demás usuarios.
Por ello, este mercado ayuda a formar precios; además, cuantos más participantes haya, menos poder relativo tiene cada uno.
Castro explicó que él está de acuerdo con el funcionamiento del mercado Monex, pero el punto por discutir es si el sector privado debe participar ahí o no.
Detalló que, históricamente, el ente emisor operaba divisas con el público, pero hace bastante tiempo tomó la decisión de no participar en acciones comerciales y dejar que los bancos actúen como agentes en el sistema financiero.
“Si el Banco Central designa como agentes a los bancos es como un contrasentido que el Central tenga una ventanilla abierta para operar con el público, aparte de que da la impresión de que hay costos distintos en un sistema y en otro”, dijo.
En contra. El presidente del Central difiere de estos argumentos. “El Banco Central planteó la participación de esos pequeños al Monex para que pudieran tener un costo de intermediación más bajo y eso le sirve a la gente para ir a negociar con los bancos”, aseguró.
Explicó que, según el volumen de la transacción y otros negocios que las personas tengan con los bancos, pueden negociar los precios de compra y venta de divisas con las entidades y el Monex les sirve para esta operación.