Una cuarta parte de la cartera de préstamos vigentes del país y sus respectivas mensualidades es afectada por la variación que tenga la tasa básica pasiva.
Según datos de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) a diciembre del 2014, un total de ¢4,4 billones (millones de millones) en créditos tiene como componente variable el indicador calculado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
De este monto, el 72% lo manejan los bancos públicos; un 20%, las mutuales, y el resto, los bancos privados y cooperativas financieras.
Los intermediarios financieros públicos son los que otorgan la mayor parte de los préstamos en moneda nacional.
Por número de operaciones, la tasa básica afecta a 328.463 de las que Sugef tiene vigentes. Esta cifra equivale al 8,4% del total de préstamos suscritos, que incluyen las tarjetas de crédito.
La tasa básica es un promedio ponderado de lo que pagan las entidades financieras a los ahorrantes por depósitos con plazos entre 150 y 210 días y su cálculo es hecho y publicado cada miércoles.
Los bancos y otras instituciones la usan como referencia que ajusta los intereses por cobrar por sus préstamos.
Según los datos de la Dirección General de Crédito del Banco Nacional, los sectores que tienen más operaciones ligadas son las de consumo y las hipotecarias, pues entre ambas suman un 33% del total de transacciones.
En el caso del Banco de Costa Rica (BCR), el 88% de los contratos también están en las carteras de esos dos sectores, dijo su subgerente, Leonardo Acuña.
En ambas entidades, los préstamos concedidos a personas son la mayoría frente a las empresas.
Práctica usual. En la actual ExpoConstrucción y Vivienda, los sistemas de créditos ofrecidos en colones son elaborados con cuotas variables, en las que el monto de la mensualidad depende de este indicador.
Los esquemas que se emplean son escalonados; en un lapso, se aplica la tasa básica más una determinada cantidad de puntos porcentuales. Posteriormente, se aplican uno o dos aumentos más que terminan por afectar la mensualidad que pagan los deudores.
A estos ajustes se debe sumar cualquier aumento que tenga la tasa básica. Según la reglamentación aplicada por la Sugef, los bancos deben aplicar pruebas para comprobar la capacidad de pago de los deudores al simular aumentos que denomina moderados, con incremento de dos puntos porcentuales, y severos, de cuatro puntos.
Según Rodrigo Ramírez, director de la División de Gestión de Crédito del BCR, los deudores deben hacer una adecuada administración de ingresos para evitar que deudas posteriores comprometan la capacidad de pago.