San José.
Bicsa tuvo el año pasado un fuerte incremento en la morosidad de su cartera de crédito debido, en parte, al deterioro de operaciones de clientes costarricenses.
Así lo reveló la agencia Fitch Ratings en su revisión del resultado del Banco Internacional de Costa Rica (Bicsa) en el 2016.
El saldo total de préstamos con problemas de impago, a más de 90 días, cerró en $27,3 millones el año pasado, frente a los $19,3 millones del 2015, según los estados financieros de la entidad con domicilio en Panamá.
Es decir, en un plazo de 12 meses, el monto se incrementó en 41%.
Los clientes ubicados en Costa Rica representan el 90% del saldo de mora, según Fitch. Esto significa $24,5 millones del total de la cartera vencida.
Fitch alertó que el indicador de morosidad del Banco se deterioró, pues permaneció en 1% entre el 2013 y el 2015, y pasó a 1,9% el año pasado; está por encima de entidades financieras similares.
Precisamente, los préstamos malos golpearon el resultado del banco en el 2016. La utilidad neta fue de $5 millones el año pasado mientras que, en el 2015, ascendió a $16,2 millones, lo cual significó una caída del 69%.
La razón es que las operaciones con problemas de pago obligan al banco a usar parte de las ganancias operativas para aumentar sus provisiones por cuentas malas, lo cual impacta en el resultado final.
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"Casi la totalidad de su cartera vencida se concentra en 10 clientes; la mayoría proviene del mercado costarricense contribuyendo con 90% del total. Históricamente, la cobertura de cartera vencida con reservas ha sido superior a 100%; sin embargo, esta se redujo a 60% al cierre de 2016", advirtió la agencia calificadora.
La gerencia de Bicsa defendió, por escrito, que tiene una adecuada gestión de su riesgo crediticio.
La institución recalcó que la cartera con problemas de pago es porcentualmente menor que la de entidades financieras similares en el mercado bancario.
"Todos estos créditos están debidamente respaldados con garantías reales y se han realizado las reservas de préstamos que corresponden según la regulación (panameña)", argumentó el Banco.
Además, confirmó que las operaciones costarricenses con problemas de mora son de clientes corporativos.
Francisco Molina, presidente de la Junta Directiva de Bicsa, enfatizó que los riesgos por el otorgamiento de crédito son constantemente monitoreados por los comités del Banco y la Junta Directiva.
Luego de la revisión del resultado de 2016, Fitch mantuvo la nota de la entidad bancaria en BB con perspectiva estable, es decir, como un deudor de categoría "especulativa", con un elevado riesgo de incumplimiento de pago si llegaran a darse cambios negativos en las condiciones económicas o comerciales.
En enero anterior ya la agencia había degradado la calificación del Banco, por su vinculación al riesgo soberano de Costa Rica.
Bicsa es una subsidiaria del Banco de Costa Rica, que es dueño del 51% de la entidad, y del Banco Nacional, propietario del restante 49%. La entidad opera en seis países y tiene una planilla de 258 personas.
Más observaciones. La agencia calificadora también alertó de la concentración crediticia de Bicsa en Costa Rica, cuyo entorno económico es más débil frente al panameño.
El 43% del saldo de préstamos, al cierre del 2016, estaba colocado en el país, seguido del 27% en Panamá, según los estados financieros del Banco.
La entidad bancaria sostuvo que tiene una cartera de crédito acorde a su estrategia y modelo de negocio.
Otro riesgo detectado fue en el fondeo, pues Bicsa tiene una alta dependencia de los depósitos a plazo, que representan el 50% de sus captaciones al cierre del 2016.
"Las inversiones en conjunto de sus 20 depositantes principales representaron alrededor de 65% de los depósitos totales, concentración que Fitch considera alta", advirtió la agencia.
El resto del fondeo del banco está conformado por préstamos con bancos, en su mayoría de Estados Unidos, y bonos corporativos.
Corrida del 10% de depósitos
El Banco Internacional de Costa Rica (Bicsa) tuvo una corrida del 10% de sus depósitos en el 2016.
La calificadora Fitch Ratings reveló el impacto sufrido el año pasado por la entidad bancaria, luego de que enfrentara presiones de riesgo reputacional.
"La entidad tiene una exposición alta al riesgo reputacional. Lo anterior quedó demostrado con la recomposición de la junta, que tuvo un impacto mediático considerable, material en el banco", expuso la agencia en un informe del pasado 28 de abril.
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La gerencia de Bicsa informó, por escrito, que el Banco enfrentó una reducción temporal de depósitos durante el primer semestre del 2016; pero se recuperó durante el segundo semestre.
"La cartera actual de depósitos es superior a la del mes de diciembre del 2016", argumentó la entidad afincada en Panamá.
La revelación generó que el Banco de Costa Rica (BCR) y el Banco Nacional, propietarios de Bicsa, tuvieran que inyectarle $112 millones de emergencia a la entidad.
Estos tres bancos coincidieron, en julio del año pasado, en que la salida de recursos se originó luego de que este diario revelara que la Reserva Federal de Estados Unidos (la FED) advirtiera acerca del riesgo de lavado de dinero en Bicsa.
Además, provocó la renuncia de los directores del Nacional Luis Pal, Jorge Méndez y Ana Isabel Solano como representantes en la directiva de Bicsa.
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