Bancrédito opera con una estructura dirigida a clientes corporativos, pese a que anunció un giro hacia la pequeña y mediana empresa (pymes).
La institución bancaria mantiene una alta concentración de su cartera de crédito en el sector empresarial. Al cierre del 2016, el 42,2% del saldo de recursos colocados, es decir ¢184.902 millones, estaba en dicho segmento.
Mientras que en el negocio pymes representó el 19% del saldo del crédito al cierre del año pasado.
Gerardo Porras, gerente del Banco Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito), aceptó que la concentración de préstamos dados al sector empresarial es un riesgo para la entidad.
“De una cartera de ¢434.121 millones, hay ¢184.902 millones que están colocados en gran empresa. Son créditos grandes y es donde a nosotros nos ha estado doliendo mucho porque pocos créditos nos pueden golpear mucho”, dijo Porras el pasado 23 de marzo durante la presentación del Plan de Sostenibilidad Financiera 2017 .
Del lado de la captación de recursos, un análisis del Banco de Costa Rica (BCR) –del que tiene copia La Nación– muestra una alta dependencia a la captación a plazo.
“Se modificó relevantemente la estructura de fondeo, disminuyendo a la vista (cuentas corrientes y de ahorro) que era del 46% en 2006, al 20% en 2016. Es decir, el 80% de la captación es a plazo”, concluyó el BCR en la revisión de Bancrédito.
La captación de mercado es más cara y tiende a elevar la tasa de interés de los préstamos.
Según el análisis del Banco de Costa Rica, la tasa consolidada de captación, de colones y dólares, fue de 4,32% durante 2016 en la institución con sede en Cartago; frente a 2,87% del BCR y 3,11% del Banco Nacional.
Mientras que el interés consolidado para préstamos, en ambas monedas, fue de 9,44% en Bancrédito, 8,08% en el BCR y 8,12% en el Nacional.
Por último, los ingresos de la entidad bancaria por servicios están dirigidos principalmente a empresas y consumo.
En 2016, los ingresos por este rubro fueron ¢7.328 millones. El 37% fue por tarjetas de crédito, el 35% por comisiones –como el cobro del impuesto de salida del país– y 10% por la administración de fideicomisos.