San José
El saldo de las inversiones en títulos valores del Banco de Costa Rica (BCR) aumentó un 28% en junio del 2016 respecto al 2015, mientras que el saldo de préstamos aumentó en un 5% en ese periodo.
Esto, de acuerdo con el balance de situación que reportó el Banco a la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) a junio pasado.
Este comportamiento difiere del que presentaron el resto de los bancos públicos en ese periodo, donde la cartera de crédito subió más que las inversiones en títulos.
El subgerente del Banco de Costa Rica, Leonardo Acuña, explicó que la razón de este incremento es que sus clientes prefieren invertir sus ahorros en colones y pedir sus préstamos en dólares, por lo que la entidad quedó con un exceso de liquidez en colones que invirtió en títulos valores.
Los títulos que compró el Banco son principalmente del Gobierno, el cual ha aumentado su venta de valores a las instituciones para financiar el exceso de gastos sobre ingresos corrientes, los cuales provienen, principalmente, de la recaudación de impuestos.
La mayor inversión en títulos valores del Banco hizo que sus ingresos financieros por inversiones en el primer semestre del año aumentaran un 67% respecto al primer semestre del año anterior, en contraste, con un incremento de 2,2% de sus ingresos por créditos.
Los ingresos financieros por inversiones comprenden los intereses que reciben por los títulos, así como las ganancias que obtienen cuando los valores que poseen suben de precio; los de créditos surgen de los intereses que pagan las personas y empresas que tienen la deuda.
El incremento en los ingresos financieros contribuyó al fuerte aumento en sus utilidades que tuvo la entidad en el primer semestre del año, las cuales más que duplicaron las del semestre anterior, aunque también influyeron otras razones.
El Banco Nacional también tuvo un aumento en utilidades en el primer semestre del 2016 respecto a igual periodo del 2015, pero menor (de 72,9%) mientras que el Popular registró una leve baja (de 2,5%) y Bancrédito registró todavía una mayor reducción (de 88,5%).
Valoraciones. Para el exgerente del BCR, Carlos Fernández, la entidad aprovechó una oportunidad, una coyuntura, que es el déficit que tiene el Gobierno."Eso conlleva dos cosas: por un lado, el Banco se ha convertido en un banco captador de fondos para el Gobierno Central (...). Y número dos, esa oportunidad le ha significado jugosos ingresos por tasa de interés y porque vienen comprando títulos cuando la tasa básica pasiva está cayendo, entonces ha generado ingresos por valoración de las carteras en colones. Cada vez que baje la tasa básica pasiva, sus carteras de inversiones generan ganancias importantes", comentó.
El precio de un título varía en forma inversa al rendimiento. Por ejemplo, si el precio de un título sube entonces el que lo compra recibe un rendimiento menor porque está pagando más por él mientras que la tasa de interés facial (original) se mantiene.
Para Fernández, en el muy corto plazo eso genera ingresos, pero si las tasas de interés suben la entidad puede perder por una menor valoración de sus inversiones, por lo que Fernández considera que estos ingresos no son sostenibles en el mediano y largo plazo, como sí lo son los que provienen de la cartera de crédito.
Se le consultó al superintendente General de Entidades Financieras, Javier Cascante, sobre su evaluación de la situación. El jerarca explicó que, por el artículo 132 de la Ley Orgánica del Banco Central, él no se puede referir a la situación de una entidad financiera en particular.
Sin embargo, se le consultó sobre cómo valora, en general, la Sugef la situación de un banco que crece más en inversión de títulos que en préstamos.
"En el caso en que eso resulte permanente en un banco sí resulta preocupante para la Sugef porque eso socava al final de cuentas la razón de ser de un banco comercial, que es colocar crédito y la única explicación que puede darse a eso es que hay un cambio de estrategia", comentó Cascante.
El superintendente explicó que la rentabilidad de las inversiones nunca va a ser mayor a la de colocación de crédito, por lo que si esta política se mantiene en forma permanente se puede socavar la rentabilidad en el mediano plazo.
Acuña descartó que esta situación pueda traer riesgos a la entidad, pues el 26% de su activo productivo son inversiones y el 74% es crédito, por lo que están dentro de los límites de riesgo autorizados.