Le Bourget, Francia (AFP). Junto a los gigantes de la aeronáutica mundial, como el europeo Airbus o el estadounidense Boeing, que anuncian pedidos multimillonarios en el salón aeronáutico de Le Bourget, los constructores de jets regionales como el brasileño Embraer, el canadiense Bombardier o el europeo ATR también ocupan un sitio de nuevo relevante en un mercado en plena expansión.
“El mercado de (los aviones) de medio y largo recorrido resistió bien a la crisis. Pero los demás mercados, incluido el de los aviones regionales, conoció tiempos difíciles”, según Nick Cunnigham, analista aeronáutico de Agency Partners.
Sin embargo, hoy “la producción vuelve a ponerse en marcha” para los constructores de aparatos regionales, pese a la competencia de los A320 de Airbus o del Boeing 737, puntualiza por su lado Christophe Menard, analista de Kepler Cheuvreux.
En efecto, como recuerda el europeo ATR, 30% de los pasajeros aéreos del mundo (900 millones de personas) viajan en distancias inferiores a 550 km, es decir el radio de acción de los aviones regionales.
Al iniciarse el lunes el salón de Le Bourget, a pocos kilómetros al norte de Paris, Embraer lanzó con bombos y platillos su nueva generación de aviones regionales bautizada E2 con 100 encargos firmes y 215 intenciones de compra.
La compañía estadounidense de transporte regional SkyWest y la empresa estadounidense de alquiler de aviones ILFC figuran entre los clientes de estos nuevos aparatos junto a otras compañías cuyos nombres no fueron revelados.
ILFC firmó un protocolo de compra para 25 E190-E2 (108 plazas) y 25 E195-E2 (hasta 144 plazas), con una opción para otros 50 aviones.
Diversas compañías de África, Asia, Europa y Latinoamérica, cuyos nombres no se dieron a conocer, han manifestado también su intención de comprar 65 de estos nuevos aviones E2.
La “familia” E2 de Embraer ofrece más plazas que la generación actualmente en el mercado y consume menos carburante. Las tres versiones de esta familia E2 (E175, E190 y E195) entrarán en servicio entre 2018 y 2020.
El fabricante brasileño contempló durante tiempo lanzar un nuevo avión regional más grande pero renunció el año pasado, y finalmente optó por la modernización de su gama actual.
En el mismo segmento de aviones regionales, ATR, filial del grupo aeroespacial europeo EADS y de Finmeccanica, anunció pedidos este martes por un valor de $2.100 millones, en particular a la compañía de alquiler danesa Nordic Aviation Capital.
ATR reivindica 65% de cuota de mercado en los aviones regionales de menos de 90 personas y sus aparatos están en competencia directa con los CRJ 700, CRJ 900 y Q400 del canadiense Bombardier y con los E jets 170 y 175 de Embraer.
También le llegó este martes su momento a uno de los grandes rivales de Embraer en el segmento de aviones regionales, el canadiense Bombardier.
Aunque esta vez en el sector de jet privados y de negocios, Bombardier anunció que un cliente que prefiere mantenerse en el anonimato le hizo un pedido de 12 birreactores de negocios Global 8000. El contrato se evalúa en $804 millones (600 millones de euros).
Bombardier reveló también este martes un pedido de VistaJet, una empresa europea de aviones de negocios de lujo, para la compra de 20 Challenger 350, con opción para otros 20. El valor del pedido es de unos $518 millones, y más de $1.000 millones si se contabilizan las opciones.
Pero por el momento Bombardier no anunció ningún pedido de su avión de medio recorrido CSeries con el que espera competir con Airbus y Boeing, que ya han anunciado contratos o intenciones de compra de sus aviones de medio alcance.
Hasta final de marzo Bombardier había registrado 388 pedidos de aviones CSeries, 145 de ellos en firme.