Sectores agrícolas ya pusieron en marcha medidas para enfrentar un aumento de las temperaturas mínimas en Costa Rica, así como distorsiones en la distribución geográfica y temporal de lluvias.
Según el estudio “Clima, variabilidad y cambio climático en Costa Rica”, del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), la temperatura mínimo ha variado entre 0,1 grados y 1 grado Celsius, según la región, entre 1961 y ahora.
Esa situación no solo se mantendrá sino que se fortalecerá de aquí al 2100, según proyecciones realizadas en el estudio, mediante el uso de modelos.
José Alberto Retana, agrónomo del IMN, explicó que al tema de las temperaturas se une el de las lluvias. En este caso, el problema no es tanto la cantidad de las precipitaciones sino la mala distribución tanto geográfica como temporal de los aguaceros.
Retana puso como ejemplo una situación en Liberia, donde en mayo pasado llovió volúmenes parecidos a los históricos, pero toda la cantidad se cayó en solo tres días.
Concreto. Marcos Chaves, director de la Dirección de Investigación en Caña de Azúcar (Dieca), adscrita a la Liga Agrícola Industrial de la Caña de Azúcar (Laica), precisó que los cambios en la temperatura y las lluvias afectan aspectos bióticos de las plantas y la fitosanidad (aparición de plagas y enfermedades).
“Los períodos de lluvia se han desplazado; en regiones donde antes llovía ahora es hasta viable (por costo beneficio) regar”, enfatizó.
Al sector cañero también lo afecta la cantidad de luz que recibe la planta, pues esto incide directamente en los niveles de sacarosa o rendimiento final. La cantidad de luz modifica la fotosíntesis y el ciclo biológico de las plantas.
Jorge Ramírez, gerente técnico del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé), advirtió que los fuertes ataque del hongo de la roya en zonas altas, donde ni siquiera se conocía, son un indicio de cambios en el clima. La roya es generalmente de zonas bajas con altas temperaturas.
Según Ramírez, han detectado alzas en le temperatura mínima de entre 0,5 a 0,8 grados Celsius en la última década en algunas zonas.
Como medida, el Icafé desarrolla variedades con resistencia a la roya y, por tanto, más amigables con el ambiente al no necesitarse la fumigación química.
En caña, igualmente, se desarrollan materiales genéticos resistentes a los cambios en clima.
Mauricio Guzmán, coordinador de área de la Corporación Bananera Nacional (Corbana), recordó que desde hace siete años se cuenta con 13 estaciones meteorológicas en fincas del Caribe, para contar con información fidedigna y tomar decisiones con respecto al clima. Ese proyecto se llama Banaclima.
Guzmán reconoció que Corbana ya realiza ensayos de irrigación en la zona del río Reventazón hacia el este (Siquirres y Matina), así como en Sixaola. En el Caribe hasta ahora no se ha necesitado la irrigación de plantaciones bananeras, a diferencia de la franja del Pacífico.
Jorge Manuel González, presidente de la Cámara Nacional de Productores de Leche, dijo que los productores aprovechan la gran cantidad de microclimas del país.
Empero dio que en zonas altas, como Vara Blanca, Heredia, se sienten temperaturas más frías en las tardes noches.
Aseguró que se está dando marcadamente un verano más fuerte, lo cual observan con cuidado.