“No sabemos qué propondrá Estados Unidos (al Nafta) y nos tenemos que anticipar para que, cuando lleguemos a esa mesa de negociación, tengamos la certeza de que partimos de una posición de total fortaleza”, indicó el secretario de Agricultura de México, José Calzada.
Además, el funcionario reconoció que las conversaciones con ambos países suramericanos están avanzadas y los gobiernos ya está proporcionando precios de referencia para que importadores interesados vean que hay otras opciones, además de Estados Unidos, donde comprar este grano, que en México se usa para alimentar ganado.
También, el senador opositor izquierdista Armando Ríos Piter, lanzó una iniciativa legislativa para aumentar paulatinamente la compra de maíz amarillo a Brasil y Argentina, disminuyendo con la medida la dependencia de Estados Unidos.
“Tal vez los productores de maíz estaban siendo engañados por parte de Donald Trump diciendo que México es el único que saca raja (beneficio) del Nafta, pues al ver la dimensión, tienen que recular en su actitud”, dijo el senador a la AFP.
El maíz amarillo está entre los productos más importados por México desde Estados Unidos, solo por debajo de la gasolina, el diésel y el gas natural. En el 2016, las compras del grano sumaron $2.320 millones.