Unos 80 pasillos que comunican Panamá con Costa Rica, entre San Vito de Coto Brus y Punta Burica, convierten a la frontera sur en un corredor para el contrabando de productos agropecuarios.
La cantidad tan grande de pasos y las distancias considerables hacen casi imposible el control en toda la zona, reconoció ayer Marco Alfaro, jefe de control fitosanitario del Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), una dependencia del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
No obstante, el aumento de decomisos entre el segundo semestre del 2013 y lo que va del 2014 alertó acerca del problema.
El contrabando desde Panamá viene porque el producto es más barato allá debido a que se triangula de otros países, según sospechan los productores.
Una estadística solicitada al SFE indica que en el 2012 se decomisaron y destruyeron 41.534 kilos de productos agrícolas, todos en la frontera norte, en las cercanías de Los Chiles.
El año pasado se hicieron decomisos por 25.200 kilos, de los cuales 7.780 kilos fueron capturados en la frontera sur. Y en lo que va de este año ya se han hecho varios cargamentos, detalló el SFE, reflejo del aumento en el problema.
Se trata de siete mallas de cebolla con 350 kilos, 13 sacos con 600 kilos de frijol y 42 cajas plásticas con un total de 700 kilos de zapotes.
Prácticas. Alfaro explicó que para nadie es un secreto el paso de camiones por los numerosos caminos entre los dos países, por lo cual el SFE coordina con la Policía de Control Fiscal y con la Fuerza Pública para realizar el mejor control posible.
Gerardo Aparicio, de la Asociación de Productores de Papa y Cebolla de Cartago, narró que la organización de quienes hacen contrabando llega a tal nivel que a inicios de este año lograron detectar un cargamento de cebolla, procedente de Panamá, ya almacenado en una bodega de Llano Grande de Cartago.
Coincidió con el presidente de la Cámara Nacional de Productores de Papa, Fabián Segura, en que se necesitan más controles.
El SFE llega en su control hasta la destrucción de los productos, lo cual implica una pérdida, mientras la Policía de Control Fiscal y la Fuerza Pública tienen la traba de que solo contrabandos superiores a $50.000 se puede llevar a un proceso judicial. Esta norma legal pretende evitar que los juzgados se saturen de procesos pequeños.
Un sector de los más perjudicados es de los avicultores, tanto por huevo como por pollo, pero los productores dicen que ha mejorado la relación con las autoridades.
William Cardoza, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Avicultores, explicó que se hacen operativos en la zona sur, tanto en la frontera como en granjas, para determinar de dónde provienen los animales o los huevos.