La fase alta de El Niño puede llegar a estar entre las más intensas de la historia, pero comenzará a disiparse en el mes de abril, según varias fuentes.
El Instituto Meteorológico Nacional (IMN), el Comité Regional de Recursos Hidráulicos del Sistema de la Integración Centroamericana y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) coinciden en ese pronóstico.
Según la NOAA, se presentará un debilitamiento del fenómeno y una transición a una fase neutral durante la postrimería de la primavera o a inicios del verano (en junio) en el hemisferio norte. Esa entidad afirmó que El Niño se mantendrá fuerte durante el invierno.
En tanto, un informe del Comité de Recursos Hidráulicos advierte para el caso de Costa Rica de que el mayor impacto en esta temporada (seca), además de la sequía propia de la época, es el aumento que experimentarán las temperaturas del aire. Estas podrían superar los récords históricos de máximas absolutas como consecuencia del intenso fenómeno del Niño en el océano Pacífico.
Luis Fernando Alvarado, del Departamento de Climatología del IMN, recordó que ya está claro que El Niño no se va a prolongar mucho, pese a que al inicio se presumía una fuerte presencia hasta junio del 2016.
Werner Stoltz, jefe de Pronóstico del IMN, explicó que la actual fase de El Niño no alcanzó la intensidad de la del 2007-2008 como se temía. Pero es la tercera histórica, luego de esa y la de los años ochenta.
Pero Óscar Vásquez, director regional del Ministerio de Agricultura y Ganadería en Guanacaste, señaló que la acumulación de muchos meses secos durante el 2014 y el 2015 tiene en incertidumbre a los productores en esa zona.