Un incremento del 31% en la utilización de plaguicidas en Costa Rica reactivó la discusión acerca del posible uso abusivo de esos productos. La medición se hizo por volumen de ingrediente activo, entre el 2013 y el 2015.
Además, ese aumento en los últimos años se presenta tras una caída en el volumen de ingrediente activo, suscitado entre el 2010 y el 2013, según los datos del Servicio Fitosanitario del Estado (SFE).
En el 2010, Costa Rica utilizó 11.536.931 kilos de ingrediente activo de plaguicidas. La cifra se redujo a 7.623.332 kilos en el 2013, pero de nuevo repuntó a 10.043.795 kilos en el 2015, de acuerdo con el SFE.
El uso de plaguicidas se calcula sumando las importaciones y las formulaciones hechas en Costa Rica, y restando las exportaciones. De esa manera, se obtiene la suma de ingrediente activo que, presumiblemente, se usó en el país, dijo el SFE.
Pese al aumento, Jorge Araya, jefe del Departamento de Químicos del SFE, señaló que el uso se logró mantener en 10,7 kilos por hectárea al año, entre el 2014 y el 2015.
Esta mayor cantidad de ingrediente activo, utilizado en Costa Rica, reactivó las sombras de denuncias e inquietudes acerca del supuesto abuso en la utilización de los plaguicidas y del efecto en las comunidades, especialmente en acueductos.
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En tanto, la Defensoría de los Habitantes abrió una investigación, en la cual, aparte de las comunidades, también se les dará énfasis a los trabajadores que tienen contacto directo al aplicar el producto.
La entidad actúa de oficio, pero se basa en denuncias de comunidades acerca de presunta contaminación de aguas; la más reciente proviene de Los Chiles.
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Los plaguicidas son productos químicos utilizados en la producción agropecuaria para el control de plagas y enfermedades.
La baja no se ve. Fernando Ramírez, investigador del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (IRET-UNA), denunció que la supuesta baja en el uso de plaguicidas por área no se ve en ninguna parte.
Advirtió de que el SFE cambió la metodología e incluyó en el total de área los pastos, terrenos donde se usan poco esos productos. De esa manera, explicó, al dividir el total en más área se reduce la cifra de volumen de ingrediente activo por hectárea.
Al analizar cultivos por aparte, como banano y piña, la cantidad de kilos por hectárea va en aumento, advirtió Ramírez.
“El problema de residuos de plaguicidas en aguas sigue igual, el uso por cultivos sigue igual; es un maquillaje a las cifras”, enfatizó el investigador del IRET.
Ramírez considera que hay más controles en productos para la exportación, para evitar que entes especializados descubran los residuos en los mercados de destino. No sucede lo mismo, aseveró , con los productos destinados a consumo interno.
Además, consideró que Costa Rica no requiere mayor legislación, sino de una aplicación más estricta de la actual normativa.
Reconoció que el MAG tiene razón en cuanto a las dificultades de capacitar a productores, pues en los primeros días ponen en práctica las recomendaciones y luego se olvidan de hacerlo.
Por su parte, Araya rechazó afirmaciones en el sentido de que Costa Rica está entre los primeros países del mundo en uso de plaguicidas por área.
“¿Con qué nos comparan?”, se preguntó, pues dijo que con quienes se hace no presentan cifras oficiales como transparentemente las ofrece el SFE en su página web para el público.
Al consultarle acerca del aumento de los dos últimos años, el funcionario del SFE dijo que la industria responde, como cualquier otro sector productivo, a la demanda en el mercado.
A su vez, detalló, la demanda sube porque el clima, el rebrote de plagas o el ataque mayor de enfermedades obliga a aumentar las aplicaciones.
Costa Rica sufrió sequía por El Niño en los dos últimos años.