Casi la mitad de campesinos que recibieron tierras por parte del Instituto de Desarrollo Rural (Inder) mantiene atrasados los pagos con la entidad.
La cifra de morosidad del 48,7% fue suministrada por la presidencia ejecutiva del Inder. En total, la cartera por tierras de ese Instituto está cercana a los ¢7.000 millones.
Por otro lado, las cuentas por crédito rural (antes llamado Caja Agraria) tienen una morosidad del 13%. A los bancos comerciales, por ejemplo, se les exige un máximo del 3%.
El jefe de Tesorería, Jorge Calderón, explicó que la acumulación se explica en un recuento histórico e incluye cuentas abiertas hace muchos años.
Días atrás la Contraloría General de la República alertó sobre la situación y dio seis meses para que el Inder elabore un plan para disminuir las deudas.
Esto se complica pues el Instituto reconoce no saber, con certeza, cuántos campesinos han recibido tierras, dijo su presidente ejecutivo, Ricardo Rodríguez.
Problemas. La actual administración advierte que solucionar la falta de pago por tierras pasa por varios inconvenientes.
Uno de los principales es que hay deudas cuyo monto es inferior al costo de un proceso legal para recuperar el dinero, detalló Calderón, al señalar que la inversión mínima, solo para arrancar con un cobro, ronda los ¢50.000.
La otra figura sería quitarle la tierra al campesino. En este caso, el Inder debe volver a adjudicar las parcelas entre personas que califiquen, es decir, que no posean ni bienes ni trabajos remunerados estables.
También se podrían rematar los terrenos, proceso que ya en otras ocasiones derivó en que una misma persona comprara más de 10 parcelas, lo que significa una vuelta a la concentración de la tierra, comentó Calderón.
Ante estos inconvenientes, algunas administraciones optaron por impulsar permisos ante la Asamblea Legislativa para condonar deudas. Uno data del 2012 y se tramita en la Comisión de Asuntos Agropecuarios.
Esa iniciativa calcula en ¢6.255 millones el monto a perdonarle a unos 1.200 parceleros y alrededor de 40 cooperativas, con cuentas anteriores al 2005.
Sin embargo, la directora ejecutiva de la Unión de Productores Agropecuarios Independientes de Pérez Zeledón (Upiav), Ivannia Solano, estima que las condonaciones solo benefician a quienes no pagan y castigan a los que lo hacen. Recordó que su organización tenía al día un crédito cuando otros fueron beneficiados con el perdón de sus deudas.
Por eso, agregó, las condonaciones deben manejarse con cuidado y con ciertas condiciones.
Para el secretario general de la Unión Nacional de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Upanacional), Guido Vargas, se debe luchar por una competencia justa con otros países y porque existan condiciones para producir, pero no para que se otorguen condonaciones.