Costa Rica incumplió en el 2016 las metas que se impuso para mejorar la productividad en granos (arroz, maíz blanco y frijoles), así como en ganado de carne y en papa.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y los representantes de los empresarios aseguran que el mal resultado se debe al impacto de dos comportamientos climáticos: primero el fenómeno de El Niño y, posteriormente, el paso del huracán Otto.
Los únicos sectores incluidos en las metas de mejoramiento que cumplieron los objetivos anuales fueron cebolla y carne de cerdo.
Las metas de productividad fueron impuestas al ingresar este Gobierno en un afán de mejorar los sectores agropecuarios cuya producción se destina casi en su totalidad a consumo interno.
Pero los resultados del año pasado sugieren que, prácticamente, no se cumplirán los rendimientos fijados en el Plan Nacional de Desarrollo, para mayo del 2018, fecha de salida de las actuales autoridades agropecuarias.
Resultados
El Gobierno actual pretendía elevar la productividad de arroz, por ejemplo, a 4,6 toneladas por hectárea, partiendo de una base de 3,8 toneladas por hectárea. Pero, al 2016, los rendimientos de ese grano cerraron en 3,84 toneladas por hectárea, de acuerdo con el Informe de gestión del sector agropecuario y de desarrollo rural (Mayo 2016 – Abril 2017), preparado por la Secretaría Ejecutiva de Planificación Sectorial Agropecuaria (Sepsa), del MAG.
Con esos resultados, es casi imposible aumentar la productividad de arroz a 5,2 toneladas por hectárea en el 2018, cuando la actual administración entregue el poder.
También se propuso elevar el rendimiento en la producción de frijol de una base de 0,7 toneladas por hectárea a 0,79 toneladas por hectárea en el 2016 y a 0,92 toneladas por hectárea al 2018. Al cierre del año pasado, la productividad de ese grano básico se situó en 0,73 toneladas por hectárea.
Los resultados en maíz blanco son más desalentadores. Se partió de una base de 2,5 toneladas por hectárea con la aspiración de elevarla a 2,8 en 2016, pero el resultado fue de 2,48 toneladas por hectárea, incluso menor que la base.
El Gobierno pretendía que la productividad de este grano fuera de 3,2 toneladas por hectárea en mayo de 2018.
Los objetivos en papa van por el mismo camino que transita el maíz. La meta era subir el rendimiento por hectárea de 25 toneladas a 28,1 toneladas en 2016, pero al final fue de apenas 22,78 toneladas, por debajo de la base de partida.
La intención era llevar la papa a un volumen promedio nacional de 32,5 toneladas por hectárea en esta administración.
En el caso de la producción de carne, la propuesta era aumentar el volumen de 146 kilos por hectárea al día a 164 kilos por hectárea al día en el 2016.
Sin embargo, el resultado real del 2016 fue de apenas 126,9 kilos por hectárea al día. El cierre del año pasado fue incluso menor que la base de partida y está muy lejos de los 189,6 kilos por hectárea al día propuestos para el fin de este gobierno.
En lo que respecta a la porcicultura, se logró elevar de 16,8 crías al año por cerda a 18,9 crías al año por cerda, con lo que se cumplió la meta al 2016. En el periodo 2014-2018 se pretende llegar a 21,8 crías por cerda al año.
También se dieron resultados excelentes en cebolla. Se logró y se excedió ya la meta de elevar el volumen de producción de 23 toneladas por hectárea a 29,9 toneladas por hectárea en la actual administración, pues en el 2016 el promedio nacional se ubicó en 33,92 toneladas por hectárea, según el informe elaborado por Sepsa.
Sequía y lluvia
En los dos primeros años del actual gobierno, el sector agropecuario enfrentó uno de los fenómenos de El Niño más duros de la historia y que causó sequía en áreas productoras para consumo interno, como el Valle Central y la faja costera del Pacífico.
Tal condición afectó a los arroceros, frijoleros y productores de carne y maíz, recordaron en declaraciones por separado el ministro de Agricultura, Luis Felipe Arauz; el vicepresidente de la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz), Eduardo Rojas; y Leonardo Murillo, del Departamento de Investigación y Divulgación de Corfoga.
El clima seco también tuvo impacto en los rendimientos de los cultivos de papa en la parte alta de la provincia de Cartago y en el cantón de Zarcero.
Después de salir de la emergencia causada por El Niño, los sectores agrícolas se enfrentaron al exceso de lluvias de noviembre del 2016, consecuencia del paso del huracán Otto.
El ministro Arauz alegó que a esos dos factores climáticos se les debe sumar el problema causado por las cenizas del volcán Turrialba, presente principalmente en la zona productora de hortalizas de Cartago.