La vivienda vertical o edificios de apartamentos son cada vez más frecuentes en Costa Rica, de acuerdo con informes de la Cámara Costarricense de la Construcción y datos del Censo 2011.
Randall Murillo, director ejecutivo de la Cámara, reveló que hace dos o tres años, en las ferias de la construcción, se ofrecía si acaso un 5% de a vivienda en edificaciones verticales, mientras que actualmente supera el 40% de los proyectos totales.
Esta tendencia es muy visible en la Gran Área Metropolitana y particularmente en lugares como San José centro, Escazú , algunos lugares del este y recientemente en Heredia, explicó Murillo.
El Censo 2011 reveló, por ejemplo, que en la provincia de San José un 7% de las viviendas ya está en edificios de apartamentos.
En Alajuela, un 4% de las viviendas se ubica en edificios de apartamentos; en Heredia un 5% y en Cartago, un 2%.
Murillo detalló que también crece la tendencia a vivir en condominios, tanto horizontales como verticales.
Esto se debe, dijo, a la búsqueda de seguridad y del disfrute, al tener áreas comunes como piscinas, ranchos de fiestas y juegos infantiles, que quizá no se puedan construir individualmente.
En mal estado. El Censo determinó que en San José un 6,6% de las viviendas se calificó en estado malo de construcción y menos del 1% (0,81%) se pueden considerar como tugurios.
Las viviendas en mal estado en Alajuela fueron el 8,2% y el 0,55% se calificó como tugurio.
En Cartago, por ejemplo, el 5,3% estaba en mal estado y el 0,48% calificó en el censo como tugurio.
Elizabeth Solano, coordinadora del Censo, advirtió de que las preguntas acerca del estado de la vivienda tienen ciertas limitaciones. Entre ellas, la dependencia de la observación del entrevistador y también de la persona que declara.
Murillo dijo que en el tema de la vivienda, hay dos tipos de déficit. Uno cuantitativo, referido a las personas que no tienen dónde vivir, y otro cualitativo, el cual se da con personas que tienen dónde vivir, pero con la casa en mal estado.
En el primero de los casos, Murillo estimó que el país ha hecho un esfuerzo relevante, entre los mejores de Latinoamérica y evita que el déficit crezca.
No sucede así con lo cualitativo. Se requieren, dijo Murillo, programas para ayudar a dar mantenimiento a las casas y evitar su deterioro en el tiempo. Ahora, existe, reconoció, el bono de vivienda para reparación, pero dijo que se deber ser más creativo.