La decisión, parte de una lista de “medidas extraordinarias”, como anunció más temprano en mayo Lew, tiene como finalidad que el gobierno siga operando por lo menos hasta el 2 de septiembre sin pedir más fondos, dada la negativa del Congreso de aumentar el techo de la deuda.
Desde este viernes, el Tesoro dejó de reinvertir en “fondos G”, bonos a corto plazo del Tesoro no negociables.
La medida dará un margen de maniobra de $160 millones al gobierno, dijo un funcionario del Tesoro bajo la condición de anonimato, añadiendo que los jubilados federales no se verían afectados.
Esta decisión ya había sido tomada en encrucijadas similares en el pasado, según autoridades que no dieron mayores detalles.
El 21 de mayo, el Departamento del Tesoro dejó de invertir temporalmente en otros fondos de pensiones públicos, pero por montos menores.
Levantar o no el techo de la deuda -actualmente fijado en $16.700 millones- es una decisión que toma el Congreso y que suele usar como moneda de cambio en las negociaciones presupuestarias.