Paredes hechas con latas de zinc, cartones, madera en mal estado y otros materiales de desecho son la realidad para unas 31.500 personas en el país, de las que casi una tercera parte son inmigrantes.
El Censo 2011, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) a finales de mayo del año pasado, reveló que 9.350 personas nacidas en el extranjero viven en tugurios.
De este grupo, la mitad de las personas se concentran en la provincia de San José y casi un 20% en Alajuela.
La cercanía con los centros de población urbanos y las oportunidades de trabajo llevan a estas personas a vivir en las periferias de las ciudades, especificó Franklin Solano, coordinador de la Unidad de Investigación de la Fundación Promotora de la Vivienda (Fuprovi).
De acuerdo con el informe
Ejemplo de esto es que, para los hogares con jefe costarricense, la población que vive en tugurio representa cerca de 1,20% del total, y, en el caso de los jefeados por nicaraguenses, asciende a un 7,9%.
Dicho informe, elaborado el año pasado con cifras del INEC, también indica que la disparidad en las viviendas entre los nicaraguenses –la mayor población extranjera– y los costarricenses es alta cuando se trata de hacinamiento.
Mientras el 25% de los hogares con jefe nicaraguense sufría de hacinamiento en los dormitorios, solo el 5,1% de los hogares de jefe costarricense eran afectados por esta condición. El promedio nacional es de cuatro personas por tugurio.
Freddy Montero, subdirector de Migración, explicó que dicho órganismo carece de un registro del estado migratorio de las personas que viven en tugurios.
En esta categoría se ubicó a 10.568 personas extranjeras, un 52% de todos los habitantes que dijeron vivir en esas condiciones.
“Las cuarterías son un fenómeno urbano, y representan una opción para los extranjeros. Alguien que viene a trabajar puede ir a un cuarto donde tiene agua, electricidad y servicio sanitario colectivo. En un tugurio es más complicado”, dijo Solano.
Pese a esto, el Ministerio de Vivienda y organismos como Fuprovi mantienen programas dirigidos a la erradicación de tugurios que trabajan en bajar la cifra de casas de baja calidad.
Irene Campos, ministra de Vivienda, comentó que, desde el 2010 hasta mayo de este año, se han erradicado 4.166 tugurios a lo largo de todo el país.
Los recursos los provee el Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi), el cual está facultado por ley para destinar hasta un 40% de sus ingresos anuales a los subsidios.
Una de las fuentes de recursos es el impuesto solidario (a las casas de lujo), del cual ya se han gastado ¢12.000 millones: 39% para grupos vulnerables, un 53% para proyectos habitacionales dirigidos a personas en extrema necesidad y un 8% en bonos comunales.
El Banhvi también recibe recursos de Asignaciones Familiares, la Junta de Protección Social, el Presupuesto Nacional y la Comisión Nacional de Emergencias en casos de catástrofe.
Según las cifras del INEC, en 5.821 de los tugurios tienen al menos un celular. En el caso de pantallas de televisión tipo LED, LCD o plasma, 302 de estas viviendas las poseen, y en 793 hay televisión por cable o satélite.