La Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA) denunció que el sector pierde competitividad porque el precio local del diésel es el más alto de toda la región.
Esta conclusión de la CNAA se basa en un estudio propio de los precios de ese combustible.
Según los valores por galón convertidos a dólares, entre enero y junio de este año el costo en Costa Rica fue todos los meses superior.
En junio, por ejemplo, un galón de diésel costaba un promedio de $4,71 en Costa Rica, mientras que en Panamá era de $3,76; en Guatemala, de $4,02; en Nicaragua, de $4,44; en El Salvador, de $4,15, y en Honduras, de $4,20.
La agrupación afirmó que, para recabar la información, acudió a entidades e instituciones oficiales en cada país de la región.
Álvaro Sáenz, presidente de la CNAA, explicó que el diésel es de gran importancia en la producción agrícola, pues se utiliza en tractores, en camiones para transporte y en plantas de procesamiento.
El peso en el costo final de los productos, empero, depende de cada sector. En el caso del arroz, banano, piña y café, en la recolección el costo del diésel adquiere gran importancia. En otros sectores menos mecanizados, este insumo adquiere menor relevancia.
En tanto, la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), encargada de la fijación de los precios de los combustibles, advirtió que desde el 2008 el valor del diésel no está subsidiado y que se establece conforme su comportamiento internacional.
Aresep aportó información en la que se comprueba que, desde diciembre a la fecha, el precio internacional del diésel incluso ha sido más alto que el de las gasolinas.
La vocera de prensa de Aresep, Carolina Mora, recordó que, pese a ese aumento de la cotización internacional del diésel, el precio en Costa Rica es todavía ¢49 por litro menor que el de la gasolina.
La ministra de Agricultura y Ganadería (MAG), Gloria Abraham, reconoció que los costos de producción en Costa Rica son altos, en general, con respecto a otros países de la región.
Recordó los salarios, las cargas sociales y el costo de insumos (agroquímicos, combustibles y otros), pero advirtió que la competitividad no se mide por uno solo de los factores, sino por el conjunto.
Una respuesta de Recope, por medio de Shionny Porras, directora de comunicación, coincidió con la ministra Abraham en el sentido de que el asunto de la fijación de precios es resorte de Aresep y que existen los mecanismos adecuados al respecto.
Según Recope, la introducción del diésel con 50 partículas por millón de azufre, en lugar de las 500 partículas anteriores, reducirá las emisiones de dióxido de azufre por el consumo vehicular en un 90%.
En su respuesta, Porras agregó que el esfuerzo por reducir la contaminación con azufre en los camiones es acorde con la gestión del país para convertirse en carbono neutral en la próxima década.
Dijo que, por ello, este caso no se puede medir solo por precio.