Revise sus finanzas, planifique y prepárese para la cuesta de enero

“Cuando la persona se excedió con los gastos navideños o no puso límites al rubro de diversión debe aprender de la experiencia y hacer ajustes”, asegura Javier Angulo, director del programa Finanzas con Propósito .

El experto dice que en enero las personas cometen dos errores frecuentes: empeñar artículos o endeudarse con tarjetas de crédito, ya sea para cubrir lo que se gastó en diciembre o para irse de vacaciones.

“No es recomendable empeñar porque un gran porcentaje de esos artículos se pierden”, dijo Angulo.

En cambio, recomendó a quienes empiezan a sentir la cuesta de enero, salir de deudas cuanto antes. “Si se les complica realizar los pagos, las personas pueden acercarse a las entidades financieras para hacer arreglos o negociar el pago mínimo de sus deudas”, dijo Angulo.

También resulta útil echar mano de alternativas que brindan las entidades financieras o asociaciones de empleados para hacer pagos obligatorios en cuotas, por ejemplo, el del marchamo.

Revisar el estado de sus finanzas e identificar en qué puntos falló durante el 2011, le puede ayudar también a organizar mejor su economía para el nuevo año.

Utilizar planes de ahorro que brindan las entidades financieras como el navideño, escolar, adicional, entre otros, permiten guardar dinero de forma regular y disponer de él cuando se presentan las emergencias o para concretar metas.

Angulo recomendó sobre todo “ahorrar con propósito y vivir con lo que uno tiene”.

Lectores. Los usuarios de La Nación en Internet también compartieron sus medidas para evitar que los afecte la cuesta de enero.

Entre ellos Sergio Araya quien aseguró que su estrategia es “no haber gastado en diciembre la plata que no voy a tener en enero”.

Para Jorge Granados: “La cuesta de enero es para los que son financieramente analfabetos, la regla sencilla es gaste menos de lo que gana y así no habrá cuesta de enero, ni de febrero, ni nada”.

Y la recomendación de Rosi Madrigal, y de los expertos en finanzas es tener un presupuesto: “Así todos los meses sin importar en qué mes estemos, pago las cuentas que tengo que pagar y por lo general siempre me queda la misma cantidad para salir y disfrutar”.