La pérdida del trabajo, en el 2005, le sirvió a Rafael Jiménez Mora para darse una oportunidad, crear su propia empresa y convertirse rápidamente en exportador.
Ayer, en medio de citas con importadores procedentes del extranjero, Jiménez recordó que con el apoyo de su familia no se echó a morir, sino que comenzó su sueño de vender al exterior raíces tropicales (yuca, ñame y otros), coco seco, piña y caña de azúcar.
Seis años después, tiene una planta propia para procesar y empacar los productos, en la que da empleo a 25 personas, más otras 30 en las labores de campo.
Entre los 240 pequeños empresarios que ayer y hoy realizan unas 3.000 citas de negocios con 200 empresas de 30 países, en el Centro de Convenciones del hotel Ramada Herradura, abundan historias como esta.
La empresa de Jiménez Mora se llama Tierra Verde y está en el Caribe. El empresario narra con orgullo que el año pasado exportó 110 contenedores, de 25 toneladas cada uno, con sus productos desde el cantón de Pococí, Limón.
Este evento trae al país a los importadores interesados y les concreta citas de negocios con los exportadores nacionales.
La edición de este año fue inaugurada ayer por la presidenta de la República, Laura Chinchilla, quien resaltó la calidad y la diversidad de los productos nacionales, y la seriedad y confianza que ofrecen los empresarios en cada negocio.
Una de las mayores novedades ayer fueron los
A eso se debe agregar, por ejemplo, que Tierra Verde envía caña de azúcar a Canadá, donde se hace la molienda y se convierte en jugo para consumo local.
En Orotina, Frutimangos ya llegó a varios países de Europa y a Panamá con sus mangos, otras frutas, legumbres y verduras, dijo su gerente de Exportación e Importación, Milena López.
En Pital de San Carlos, Productos Agropecuarios Visa es pionera en el cultivo y exportación de mamón chino, explicó su subgerente Siany Villalobos.
El encuentro también deja espacio para el optimismo. “Creciendo y sin temor a la amenaza de crisis”, dijo Jiménez.