Rabbit’s de Costa Rica es el nombre de una pequeña empresa familiar, ubicada en Pacayas de Alvarado, de Cartago, que encontró en los locales de AutoMercado la vitrina necesaria para vender carne de conejo.
Esta mancuerna está a punto de cumplir tres años con muy buenos resultados, según relataron, por separado, Medardo Serrano, representante de la compañía, y Hernán Fonseca, coordinador de carnes de la cadena de supermercados.
“Al inicio se vendían alrededor de 150 unidades al mes, pero con el paso de estos tres años de alianza comercial y una fuerte campaña de educación al consumidor hubo un incremento en la demanda de un 150% (375 unidades aproximadamente)”, aseguró Fonseca.
Aquí, don Medardo, sus hermanos Greivin y Luis Pablo y sus respectivas familias se encargan de atender unos 3.000 conejos, de los cuales 300 son hembras reproductoras. Hace tres años, la cifra de hembras era de 150.
Por semana, se sacrifican entre 100 y 120 animales (el doble de hace tres años). Posteriormente, pasarán por un proceso de industrialización, que terminará en los supermercados en diferentes presentaciones: en costillas, filetes, medallones o conejos enteros.
Todo el proceso de reproducción y procesamiento no solo está certificado por AutoMercado, sino también por el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), confirmaron Serrano y Allan Saborío, director de la regional metropolitana de la entidad.
“Este tipo de lugares deben contar con certificado de operación, que los habilita para operar con buenas prácticas, así como con la infraestructura necesaria que garantice la inocuidad del producto” , explicó Saborío.
Serrano agregó que los inspectores de Senasa los visitan una vez al mes, y los de AutoMercado cada dos veces al mes.
“Somos una pequeña empresa, pero operamos con estándares de calidad muy rigurosos si queremos seguir vendiendo nuestros productos. No podemos aflojar”, explicó el representante de Rabbit’s de Costa Rica. Adicionalmente, la empresa vende abono orgánico hecho a base del excremento de los animales.