El Banco Popular distribuyó ayer ¢68.355 millones entre las operadoras de pensiones complementarias (OPC), por concepto del ahorro obligatorio.
Estas entidades administradoras deben trasladar posteriormente dichos recursos a las cuentas individuales de los 1.250.000 trabajadores afiliados a un plan de pensión complementaria.
El monto corresponde a los aportes de los trabajadores y patronos, realizados entre enero y diciembre del 2009.
Gerardo Porras, gerente del Banco Popular indicó, en un comunicado, que el giro de los recursos se completó en un solo día.
Del total, ¢51.069 millones fueron aportados por las personas cotizantes y ¢12.908 millones por parte de los patronos, donde se incluyen intereses moratorios. Los intereses pagados por el Banco corresponden a ¢4.377 millones.
Este dinero proviene de la deducción del 1% del salario mensual de los trabajadores y un 0,25% aportado por los patronos. El Popular lo administra por 18 meses.
Proyecto de ley. En enero, la Superintendencia de Pensiones y la Subcomisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Legislativa –que analiza las jubilaciones– presentaron una propuesta de reforma, con la que aumentaría la pensión complementaria en un 7%.
Como parte de los cambios, se elimina la disposición que hace que parte de los aportes patronales se trasladen, temporalmente, al Fondo de Capitalización Laboral, y, a la vez, se exige al Banco Popular el pago de mejores rendimientos por este ahorro obligatorio que la ley actual le permite administrar.
El trámite del proyecto está detenido en la Asamblea Legislativa. Édgar Robles, superintendente de Pensiones, se reunirá la próxima semana con los diputados para promover el texto.