La entidad bancaria informó, mediante un comunicado de prensa, de que los recursos provienen del ahorro obligatorio de los trabajadores, el aporte patronal y los intereses generados. Los dineros serán distribuidos entre 1,3 millones de cuentas.
De esa suma, casi ¢58.000 fueron aportados por las personas trabajadoras; ¢14.500 millones por parte de los patronos y ¢5.355 millones corresponden a los intereses pagados por la entidad financiera (Popular reconoció esta vez una tasa de 5,28%).
La Ley de Protección al Trabajador estableció que el Banco Popular administre por un período de 18 meses el aporte obrero-patronal equivalente al 1,25% del salario del trabajador.
Luego de ese plazo los recursos más los intereses ganados se devuelven a las cuentas individuales de los trabajadores.
Precisamente, desde inicios del año pasado, la Superintendencia de Pensiones (Supen) y la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Legislativa, presentaron una reforma a la ley para mejorar los intereses que paga el Popular por este ahorro.
La iniciativa propone que, mientras los dineros estén en esa entidad, el banco traslade a las operadoras valores con cupones que paguen intereses semestrales, indexados a la tasa básica pasiva, más un premio extra.
El Banco Popular resaltó que este dinero es utilizado por la institución para hacer préstamos a sectores vulnerables del país.