En solo dos años, el Banco Popular quintuplicó el saldo de la cartera de bienes para la venta.
Mientras en diciembre del 2009 el monto ascendía a ¢2.221 millones, en el 2011 llegó a ¢11.178 millones. Funcionarios del Banco explicaron que una ejecución de cobros judiciales más expedita, tras la crisis financiera internacional, provocó incrementos significativos en dicho saldo.
Según datos de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), los aumentos en la cartera del Popular, de 169% en el 2010, y 87% en el 2011, sobrepasan el promedio de la banca pública para los mismos períodos: 55% y 19%, respectivamente.
“Los bienes que nos estamos adjudicando son producto de operaciones (crediticias) que no pudieron hacer frente a la crisis y entraron en problemas desde el 2007 y el 2008. Pasaron por arreglos de pago y otros mecanismos y no pudieron recuperarse”, explicó Maurilio Aguilar, director de Gestión Corporativa del Banco Popular.
Urgencia de venta. Los bancos que se adjudican estos bienes, al ejecutar las garantías de los préstamos incobrables, tratan de venderlos en un plazo inferior a los dos años, de acuerdo con la normativa establecida por Sugef.
“Desde que se adjudican, los bienes deben pasar por pérdida mensualmente el equivalente a un veinticuatroavo del valor de la propiedad. Por eso se procura venderlos”, comentó Aguilar.
El funcionario dijo que algunas propiedades tienen precios de ¢40 millones a ¢200 millones y son difíciles de colocar en la venta.
La mayoría de bienes adquiridos del Popular están en cantones del Pacífico Central y Norte, comportamiento similar al que presentan los bancos estatales.
A diciembre del año pasado, la cartera de bienes para la venta de los cuatro bancos públicos superaba los ¢81.000 millones.