Costa Rica se lanzó a la atracción de jubilados extranjeros y, como primer paso, impulsa la creación de comunidades especializadas para esta población.
Dichas zonas contarían con viviendas diseñadas y construidas especialmente para atender a este segmento, y servicios como lavandería, enfermería y limpieza.
El plan será ejecutado por la Asociación de Comunidades de Retirados de Costa Rica (Proretire), cuyo objetivo es que el país albergue en los próximos años a unos 10.000 extranjeros mayores de 50 años, en su mayoría de Estados Unidos, Canadá y España.
Proretire fue presentada ayer oficialmente durante el primer congreso latinoamericano de turismo médico, que se realiza aquí.
Algunos de los miembros de esta asociación son Pacific Plaza/Proexsa, los hospitales privados CIMA, Bíblica y Metropolitano, GBK, Promed y la Asociación Costarricense de Profesionales en Turismo (Acoprot).
Otro de los miembros fundadores es la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), cuya labor se centra en identificar empresas o inversionistas extranjeros para que desarrollen los complejos especializados para los jubilados.
Información de los ministerios de Competitividad y Comercio Exterior estiman que estos 10.000 retirados que vivirían aquí en los próximos cuatro años generarían ingresos por $340 millones anuales.
Ese monto lo recibiría Costa Rica por conceptos como pagos de vivienda, alimentación, medicina y recreación, pero también por los salarios de 40.000 nuevos empleos que generaría la llegada de esa población.