Londres
El mercado del café afronta un déficit global de al menos dos millones de sacos en el ejercicio cafetero 2014-2015, debido sobre todo a la sequía sin precedentes que ha vivido Brasil, afirmó hoy el director general de la Organización Internacional del Café (OIC) , Robério Oliveira Silva.
En una rueda de prensa tras la reunión semestral del Consejo del organismo en Londres, el brasileño Silva dijo que, aunque no se tienen los últimos datos del país latinoamericano, se espera que su producción haya bajado de forma significativa.
Esta caída de la producción brasileña se reflejará en este año cafetero, que concluye el próximo octubre, pero puede provocar en el próximo (2014-2015) un déficit global de suministro, que podrá derivar en una subida de los precios.
La prevista escasez de café a corto y medio plazo contrasta con el persistente aumento anual de la demanda del producto, que, según el jefe de operaciones de la OIC, Mauricio Galindo, subió en 2013 alrededor de un 2,4%, algo más que el año anterior.
El científico de la consultoría CABI Peter Baker, asesor de la OIC, confirmó, en la misma rueda de prensa, que la sequía en Brasil no tiene precedentes y causará un grave déficit de producción .
Baker explicó que la situación es muy preocupante en Minas Gerais, la región que más café produce en Brasil y responsable de más del 50% de su producción, donde el grano no ha madurado como sería normal en esta época de cara a la cosecha de mayo.
Declaró que Minas Gerais es la parte más afectada y donde se ha registrado al menos medio metro menos de lluvia de lo que sería habitual, debido a un fenómeno que se atribuye al cambio climático.
"Debe ser la peor sequía de la historia" , valoró el científico, quien dijo que es imposible predecir si este tipo de fenómenos se repetirá en el futuro.
Sobre la situación actual del mercado en el año cafetero 2013-2014, Galindo confirmó que la producción mundial que se estimaba, de 145,8 millones de sacos, bajará significativamente cuando se confirmen los últimos datos de Brasil, que inicialmente preveía una producción de 49,1 millones de sacos.
En general, este ejercicio se espera que haya un 25% menos de café procedente de América Latina, por la sequía en Brasil y también por el clima demasiado húmedo en Colombia y la plaga de la roya en América Central.
Los temores por el impacto en la producción del clima adverso en Brasil ya motivó un aumento de los precios del café el pasado enero, cuando el indicador de la OIC subió un 3,9% hasta una media de $1,10 la libra, con un avance del 22% de la clase arábica.
Pese a este aumento de los precios a principios de año, Galindo subrayó que aún se encuentran a niveles históricamente bajos -equiparables a octubre de 2012- y señaló que la volatilidad supone una gran dificultad para los pequeños caficultores a la hora de gestionar sus cosechas y sus finanzas.