Washington (AFP). México no considera necesarios por el momento los controles a la entrada de flujos de capital externo, y deja a los mercados la decisión sobre el mejor tipo de cambio de su moneda, declaró este domingo el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero.
"Sobre el gran nivel de flujos que están entrando en este momento en México y su impacto en el tipo de cambio nosotros entendemos que así se regulan los mercados", declaró Cordero a la prensa al margen de la reunión semestral del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
"No hay evidencia contundente de que este tipo de controles a los flujos de capital hayan tenido el resultado que esperaban las economías que las han implementado", añadió el ministro.
Brasil decidió implementar en octubre pasado ese tipo de controles para evitar el impacto en el nivel del real, como hicieron en los años 90 Chile o Colombia.
"México en este momento empieza a ser atractivo, parte por la coyuntura de mediano plazo, pero parte por cuestión estructural", aseguró el ministro.
Tras una fuerte caída del 6,5% de su Producto Interior Bruto en 2009, México podría crecer este año un 4,2%, según previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Ante la reforma del sistema financiero internacional, el gran tema a debate en el seno del Fondo entre países avanzados y emergentes, México considera que no debe "sobrecargarse" los sistemas bancarios con tasas, dijo Cordero.
Una doble imposición a los bancos, para compensar por las ayudas públicas al sector y por futuras crisis financieras, está siendo debatida por los 186 países miembro del Fondo.
"Es importante no sobrecargar los sistemaa financieros, sobre todo en el caso de países como México donde el sistema financiero ha ido mejorando día a día", añadió.
Esa posición fue expresada en parecidos términos por el ministro de Finanzas brasileño, Guido Mantega, el sábado.
Brasil mostró también su oposición a debatir el nivel de reservas de divisas de cada país, o a su posible sustitución por un mecanismo multilateral.
Las decisiones sobre el nivel de reservas internas son potestad de cada país, pero "seremos receptivos a que pudiera haber un tipo de solución internacional, un complemento a la acumulación de reservas", opinó Cordero.