Los productores y comercializadores de huevos confoman uno de los sectores más golpeados por el incremento de los valores internacionales de las materias primas.
El costo en el exterior del maíz, utilizado para alimentar a las gallinas, se ha disparado en un 50% en los últimos seis meses.
Sin embargo, en ese mismo período, el precio del huevo bajó cerca de un 30% en el mercado local, detalló Luis Mesalles, gerente de la empresa La Yema Dorada.
“La demanda es relativamente constante. Pero la oferta ha aumentado mucho en los meses recientes. Al ser el huevo un producto perecedero, los productores se ven obligados a vender cualquier inventario que se les acumule al precio que sea, para no perderlo. Al final de cuentas es oferta y demanda”, explicó Mesalles.
Si el incremento en costos se mantiene y los precios no se ajustan, eventualmente la oferta va a bajar, pero eso toma tiempo, detalló Mesalles.
“Con el crecimiento del ingreso en algunos de los países más pobres y poblados, la gente sustituye el consumo de granos por el de otros alimentos como leche, carne y frutas, y la producción de estos requiere más granos y más recursos”, señaló Trejos.
Además, Trejos aseveró que “las políticas de algunos países en relación con productos puntuales agravan el problema: por ejemplo, las restricciones de exportación aplicadas por Argentina, o las distorsiones causadas por el programa de etanol de los Estados Unidos”.
El etanol es un biocombustible que se produce, precisamente, a partir del maíz amarillo.