París (AFP). El banco suizo UBS ha sido acusado en Francia de prácticas ilícitas por la sospecha de que montó un sistema destinado a convencer a ricos franceses a que abrieran cuentas no declaradas en Suiza a principios de los años 2000.
Esta acusación por "mercadeo ilícito" se produce seis días después de que la filial francesa del UBS también fuera acusada por "complicidad en mercadeo ilícito".
El banco también ha sido declarado testigo asistido (una situación intermedia entre la de testigo e inculpado) por blanqueo de mercadeo ilícito y blanqueo de fraude fiscal y está bajo control judicial con una fianza 2,875 millones de euros, precisaron este viernes fuentes judiciales.
La justicia francesa investiga al UBS por las sospechas de que permitió a sus comerciales suizos captar clientes en Francia, violando la legislación, y de haber puesto en marcha una doble contabilidad para ocultar movimientos de capitales entre Francia y Suiza.
Denuncias de exempleados del banco propiciaron estas investigaciones.
Una nota anónima enviada a la autoridad competente, la ACP, consultada por la AFP, habla de la existencia, entre 2002 y 2007, de un sistema destinado a registrar la apertura de cuentas no declaradas en Suiza realizada por comerciales del banco.
Estas cuentas estaban registradas en cuadernos o en ficheros Excel.
En ella se describe el supuesto papel de los comerciales en Suiza, en particular el departamento Francia Internacional del banco, y en Francia, así como de directivos de UBS en Francia en esta doble contabilidad.
Este sistema permitía no dejar rastro en el sistema informático oficial del banco aunque permitía calcular las primas que los comerciales debían recibir a final de año, según esta nota.
Los jueces han ordenado, por la acusación de UBS Francia, el nombramiento de un administrador para que verifique si se informó de estos negocios y las condiciones en que se otorgaron los bonus.
Otra nota insiste en el hecho de que la filial francesa de UBS, creada en 1999, siempre tuvo números rojos en sus ejercicios contables, con excepción del ejercicio 2006 que arrojó unas decenas de miles de euros de beneficios.
La acusación del banco suizo pone de relieve las sospechas que pesan sobre el papel de los comerciales suizos en suelo francés. Estos comerciales habrían venido a Francia para captar a una clientela rica, principalmente industriales, gente del espectáculo y deportistas.
La respuesta de UBS no se ha hecho esperar y ha comunicado que pretende "seguir cooperando con las autoridades en Francia en conformidad con el marco jurídico en vigor con vistas a encontrar una solución", según un comunicado del banco.
Los jueces que realizan esta investigación enviaron al fisco francés una lista de 353 personas sospechosas de haber tenido una cuenta en Suiza para que las autoridades helvéticas ofrezcan información sobre sus fondos.