La UE se reúne con los países del Mercosur –Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay– en el marco de la cumbre entre el bloque europeo y América Latina de esta semana en Madrid, donde relanzaron formalmente las conversaciones suspendidas desde el 2004.
Desacuerdos en la parte agrícola son los que tienen, precisamente, suspendida la negociación.
Cualquier acuerdo en estas negociaciones podría implicar que Europa reduzca sus aranceles para las importaciones agrícolas a cambio de un mayor acceso al mercado de servicios y telecomunicaciones del Mercosur.
En el inicio de un encuentro de los ministros de Agricultura de la UE en Bruselas ayer, el ministro francés, Bruno Le Maire, reiteró el rechazo de su país a un acuerdo, algo que fue puesto de manifiesto la semana pasada en una declaración firmada por otros siete miembros de la UE.
“Francia se opone al relanzamiento de las negociaciones entre la UE y el Mercosur”, dijo Le Maire, para después agregar que su visión era compartida por el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
“No veo por qué la agricultura siempre tiene que ser la ficha de cambio en las negociaciones comerciales de Europa (...), especialmente cuando cierto número de países de Suramérica, sobre todo Argentina, ponen nuevas tarifas proteccionistas en la importación de alimentos”, señaló.
Le Maire advirtió a sus colegas que eliminar los aranceles de importación en los productos agrícolas provenientes del Mercosur derivaría en un incremento del 70% en la importación de carne y del 25% en la de productos avícolas.
Durante el encuentro de ayer, fueron varios los países de la UE que se mostraron en contra de las negociaciones, los que se sumaron así a los ocho iniciales.