Los indicadores de inflación muestran una desaceleración; sin embargo, las expectativas sobre la inflación para los próximos 12 meses siguen por encima del 7%.
Según publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en los últimos 12 meses (de setiembre del 2009 a agosto del 2010) el índice de precios al consumidor subió 5,21%.
Con ello se refuerza una tendencia a un menor crecimiento que se inició en julio.
Un incremento de 5,21% en los últimos 12 meses significa que ahora un consumidor requiere ¢105,21 para comprar lo que hace un año adquiría con ¢100.
El resultado se ubica dentro de la meta de inflación que tiene el Banco Central para este año, entre un 4% y un 6%.
Otros indicadores de precios, como el índice subyacente de inflación (ISI), que procura medir la evolución de la inflación a mediano y largo plazo, y el índice de precios al productor industrial (IPPI), que calcula el cambio promedio en los precios de los bienes producidos localmente, también se han desacelerado.
Las expectativas de inflación se miden por medio de una encuesta que realiza el Banco Central.
Sobre el resultado, Rodrigo Bolaños, presidente del Banco Central, dijo: “Es un nivel de inflación relativamente bajo y en parte responde al cambio en el régimen monetario y cambiario que ha establecido el Banco Central desde 2006”.
Manuel Chaves, investigador de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional, explicó que el proceso para que las personas adapten sus expectativas es lento.
“Principalmente cuando las tasas de inflación en el pasado han sido elevadas, hay incertidumbre sobre el contexto económico internacional (crisis en Europa y repunte de los precios del petróleo) y todavía no hay confianza en que las acciones del Banco Central permitirán mantener la inflación a niveles similares a los presentados el año pasado y en lo que va del año”, comentó Chaves.