San José (Redacción). La Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) reiteró su preocupación por la suspensión de la entrada en vigencia del Reglamento técnico sobre barras y alambres de acero debido a una medida cautelar interpuesta por la Cámara Costarricense de la Construcción. Dicho reglamento debía entrar a regir el pasado 24 de mayo.
“Se está perdiendo la posibilidad de que el país utilice únicamente varilla de construcción acorde con las especificaciones dadas en el Código Sísmico Nacional, estamos poniendo obstáculos para que el país transite por una vía en donde la calidad y seguridad de un producto es más importante que los intereses particulares de algunos”, manifestó Juan Ramón Rivera, presidente de la CICR.
Para los industriales, la aplicación de reglamentos técnicos, permite alcanzar una serie de objetivos legítimos de los consumidores, más que convertirse en barreras al comercio.
“Las características de sismicidad de nuestro país obligan a ofrecer en el mercado materiales de construcción con una serie de especificaciones que generen las mayores condiciones de seguridad posibles en las edificaciones”, resaltó Rivera.
Según el gremio industrial, el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) pospuso más de un mes su entrada en vigencia a solicitud de algunas partes interesadas, que estaban inconformes con el contenido del reglamento técnico.
“Este período se utilizó para aclarar estas dudas e inconformidades, así como demostrar que el país cuenta con suficiente infraestructura de la calidad, amparada al Sistema Nacional para la Calidad, que le permite a los agentes económicos cumplir con lo dispuesto en el Reglamento, sin embargo, a un día de vencer el plazo, la Cámara de la Construcción entabló una medida cautelar para suspender la aplicación del reglamento”, agregó la CICR.
Los industriales, no obstante, reiteraron su apoyo al MEIC en todo lo actuado y apelan a una pronta atención a este proceso administrativo para que se pueda aclarar lo más pronto posible las quejas planteadas.
Al respecto, la Cámara de la Construcción considera que este reglamento limita la participación de actores importantes en el mercado de la varilla. “Por tanto afecta la posibilidad de los consumidores de tener mayores opciones para escoger entre los diversos oferentes, por tanto, estamos ante barreras técnicas que impiden la libre competencia”, indicaron.