Un estudio efectuado por un grupo de profesionales del Incae Business School, entre el 2005 y el 2006, encontró que el sector lácteo costarricense tiene el potencial de convertirse en un cluster , pero antes debe superar una serie de factores internos.
Así lo reveló Jorge Murillo, gerente de Proyectos de la institución educativa, quien destacó que el estudio se hizo en el marco del tratado de libre comercio con Estados Unidos, que se terminó de negociar en el 2004.
Este acuerdo plantea la desgravación arancelaria de productos lácteos en un plazo de 20 años, con 11 años de gracia.
Murillo indicó que el sector lácteo nacional tiene características importantes, tales como la existencia de procesos y empresas industrializadas.
Sin embargo, fue enfático en reconocer que existen inconvenientes que traban su desarrollo como cluster ; entre ellos, el hecho de que “aún no funciona de manera tan coordinada, de modo tal que no pueden adquirir ventajas competitivas”.
También remarcó la existencia de lecherías y empresas con altos controles sanitarios y de calidad, frente a otras (usualmente pequeñas) con “procesos limitados y pocos controles”.
Jorge Manuel González, presidente de la Cámara Nacional de Productores de Leche, reconoció que hay diferencias entre los integrantes del sector. “Cada planta tiene su propia visión, lo que cree mejor para cada una. No hay política de país”, aseguró.
González adelantó que la Cámara prepara un proyecto para la creación de un instituto de la leche, el cual será presentado, en dos meses, a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con el fin de este organismo apoye en el estudio de factibilidad.
Dicho instituto contaría con laboratorios y se dedicaría a la investigación para el mejoramiento de los hatos y de los genes de las razas.
En Costa Rica, la industria láctea está conformada por cinco plantas formales y 15.000 productores de varias partes del país.