El Gobierno propondrá eliminar las exoneraciones del impuesto de ventas, como parte de la reforma fiscal que planteará al Congreso.
El ministro de Hacienda, Fernando Herrero, argumenta que actualmente dichas exoneraciones benefician a los grupos de mayores ingresos.
En la reforma, el impuesto de ventas pasaría a ser un gravamen al valor agregado (IVA), como se denomina en otros países.
El Ministro expone en estos días los pilares de la reforma a diferentes grupos.
La modificación del tributo de ventas es uno de esos pilares de la reforma; los otros dos son cambios en el impuesto sobre la renta y al Código Tributario.
En el caso del impuesto sobre la renta, la idea es pasar del sistema cedular actual a uno dual.
En el sistema actual la tasa del impuesto varía según la fuente de ingreso.
En el sistema dual habría una tasa más baja para las personas, las rentas puras del capital y la pequeñas empresas, y una tasa mayor para el sector corporativo.
Se pretende que la tasa para el sector corporativo sea competitiva en términos internacionales.
En el 2008 se había alcanzado una carga tributaria (porcentaje de impuestos respecto a la producción) de un 15,4%, luego bajó al 13,5% en el 2009 y estima que se quedará cerca de ese valor hasta el año 2012.
El Gobierno considera que su propuesta fiscal generaría ingresos equivalentes a un 2,5% de la producción, lo cual elevaría la carga a cerca del 15%.
La caída en el ingreso, añade Herrero, estuvo acompañada por un incremento en el gasto en salarios, pensiones y programas sociales que ahora no se pueden reducir.
Esto provocó que el déficit fiscal (exceso de gastos sobre ingresos) pasara de representar un 3,4% de la producción en el 2009 a un 4,9% estimado para este año.
Para el 2011 se calcula un déficit del 5,1% de la producción y para el 2012 un 6%.
El déficit de cada año es deuda nueva que se acumula a la ya existente, y por eso la carga de la deuda (el monto de la deuda pública comparada con la producción) subirá y podría llegar a ser excesiva.
Herrero alega que no quieren reducir la inversión pública pues es una vía para impulsar el crecimiento en la producción.
También se considera que la deuda externa debe sustituir a la deuda local, para “no presionar el financiamiento del sector privado y el alza de las tasas de interés”.
Una de las medidas es el “Plan de prevención y lucha contra el fraude fiscal”, que incorpora propuestas en “uso de información de instituciones públicas, revisión de normativa, impulso a una estrategia de educación fiscal y revisión del marco legal tributario”.
El funcionario anunció que continuarán los esfuerzos de control de evasión con planes regulares y de fiscalización; no obstante, a su juicio siempre hace falta un rediseño de los tributos.