Las aseguradoras pagaron ¢186.960 millones durante el año pasado para indemnizar a los clientes que sufrieron siniestros; esta suma representa un 19% más que los desembolsos del 2010.
Tal aumento contrasta con la reducción de 9% en los pagos, que se evidenció al cierre del 2010.
El año pasado las pólizas que tuvieron mayores incrementos en los reclamos fueron las de incendio (83,5%), accidentes y salud (68,8%), responsabilidad civil (61,4%), obligatorios de automóviles (25,7%) y de vida (22%).
“La siniestralidad depende del tipo de seguros; por ejemplo, se ha dado una fuerte venta de pólizas de gastos médicos y servicios de salud. También, en pólizas de automóviles hay una competencia muy abierta; parece que la gente hizo mayor uso de esos seguros en que la exposición al riesgo es más alta”, dijo Javier Cascante, superintendente de Seguros.
Este incremento en los siniestros se dio al tiempo que las primas colocadas crecieron un 6%.
Motivos. Para Alfredo Ramírez, gerente de Panamerican Life, el crecimiento del mercado, con la incursión de las nuevas aseguradoras desde el 2009, puede ser el motivo que explique el incremento en el cobro de pólizas por parte de los asegurados.
“A mayor cantidad de seguros es normal que existan más cobros por siniestros”, indicó Ramírez.
Con esta posición coincidió Guillermo Constenla, presidente del Instituto Nacional de Seguros (INS), quien además aclaró que en el 2011 también deben contabilizarse los pagos al Instituto Costarricense de Electricidad por el terremoto de Cinchona y la tormenta Tomas, entre otros.
La Superintendencia General de Seguros, no obstante, advirtió que aún deben pasar varios períodos para que la entidad pueda evaluar si existen comportamientos desleales por parte de alguna de las compañías aseguradoras que afecten el indicador de siniestralidad.
Sobre el crecimiento del pago de reclamos (del 19%) por encima del crecimiento de las primas (6%), Cascante indicó que no es un aspecto de alarma siempre y cuando las aseguradoras demuestren que tienen suficiencia patrimonial.
Al respecto, Constenla opinó que para estos efectos las compañías hacen uso de su robustez patrimonial y los reaseguros.