La mediación del Consejo Superior de Trabajo hizo posible ayer el primer acercamiento entre patronos y líderes sindicales de FERTICA, tendiente a poner fin a una huelga de 150 empleados que hoy suma 56 días.
El encuentro, cuyo objetivo era intentar bajar la tensión entre las partes en conflicto, tuvo lugar de 4 a 6 p.m. en la sala de sesiones de la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social.
Tras escuchar las versiones de ambos bandos, el Consejo (integrado por representantes de Gobierno, trabajadores y sector privado) comisionó al ministro de Trabajo, Farid Ayales, para coordinar el inicio de negociaciones obrero-patronales tendientes a lograr un acuerdo en cuanto al meollo del problema.
Ese punto clave es una convención colectiva que rigió mientras el Estado tuvo participación accionaria en Fertilizantes de Centroamérica (FERTICA) y que otorgaba a los trabajadores beneficios valorados entre ¢300 y ¢400 millones anuales. Esas concesiones que fueron eliminadas por la empresa -ahora totalmente en manos privadas- el 9 de setiembre pasado con el propósito de reducir costos. (Véase nota aparte sobre el inicio de la polémica).
Al cabo de la cita de ayer, jerarcas y sindicalistas de la firma calificaron el encuentro de muy positivo debido a que les había permitido descubrir puntos de coincidencia para sentarse a dialogar.
¿Y la huelga?
Consultado sobre cuándo podría realizarse la primera sesión, Ayales expresó que se efectuará en el muy corto plazo. Aseveró que entre hoy y mañana tratará de definir una fecha con las partes.
Aunque manifestó que la cúpula de FERTICA no descarta a priori ninguna posibilidad de solución del conflicto, el gerente general, Jacques Simian, advirtió que los arreglos que se busquen no deberán atentar contra la eficiencia y competitividad de la empresa.
Mientras tanto, Indalecio Ordóñez -secretario general de Asociación de Trabajadores de Fertilizantes (ATFE)- aseveró que la huelga finalizará en el momento en que den inicio las conversaciones.
"Estamos dispuestos a dar este paso como un acto de buena fe, debido a la buena disposición que mostraron hoy los jerarcas de la compañía, quienes se comprometieron a respetar el marco jurídico y las convenciones internacionales en el proceso negociador", declaró.
Leonardo Garnier, ministro de Planificación y miembro del Consejo Superior de Trabajo, explicó que aunque este organismo acostumbra tratar temas globales, decidió abrirle las puertas al asunto específico de FERTICA pues es representativo de una discusión que habrá que afrontar en adelante: "¿Cómo hacer para incoporar entidades del sector público al sector privado manteniendo algunos aspectos de relaciones laborales como convenciones colectivas y sindicatos?"
Conflictiva convención
Producto de haber sido una empresa con participación accionista mayoritaria del Estado, los empleados de FERTICA gozaban de una convención colectiva que en los últimos años les otorgó beneficios valorados entre ¢300 y ¢400 millones.
La situación cambió una vez que la empresa pasó a manos de inversionistas privados gracias a un proceso de venta de acciones que se llevó a cabo entre 1994 y 1995.
Una vez con Fertilizantes de Centroamérica (FERTICA) en su poder, los nuevos propietarios empezaron a reducir costos para eliminar pérdidas millonarias que la compañía enfrentaba.
Entre tales egresos se encontraba la convención aludida. Para dejarla sin vigencia, la firma acudió a un procedimiento que no está prohibido por la ley: el 9 de setiembre anterior liquidó a los 650 empleados que tenía en planilla. Dos días después, recontrató a 375 exobreros; servicios como el de jardinería y empaque de los productos en sacos empezaron a ser comprados a exfuncionarios por medio de contratos.
Tal medida fue interpretada por el sindicato de FERTICA como una simulación de despido en aras de deshacerse de la convención colectiva. Ante la negativa inicial de la empresa para negociar la vigencia de al menos unos beneficios, 150 empleados iniciaron una huelga el 30 de noviembre anterior.