Washington
El producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos aumentó a un ritmo anual de 0,8% en el primer trimestre de 2016, lo que refleja una consolidación del repunte económico, informó hoy el Departamento de Comercio en su segundo cálculo.
El incremento del 0,8% entre enero y marzo, que coincide con las estimaciones de los analistas, supone una revisión al alza del primer pronóstico, que lo había ubicado en una tasa anualizada del 0,5%.
Tras este leve aumento, parece confirmarse la tendencia de los últimos años de la economía estadounidense, con un titubeo inicial en el arranque del año, y una progresiva consolidación a medida que avanza.
A la revisión al alza contribuyeron el auge en los inventarios por parte de las empresas, cuyo valor pasó de $60.900 millones a $69.600 millones.
Asimismo, el sector exterior ayudó con una revisión a la baja del crecimiento de las exportaciones de un 2,6% a un 2%, y las importaciones descendieron un 0,2%.
Por su parte, el gasto de los consumidores, que en EE. UU. supone casi dos tercios de la actividad económica, se expandió a un ritmo anual de 1,9%, sin cambios respecto a la lectura previa.
Otro elemento positivo fue el indicador de los beneficios empresariales, que creció tras impuestos a una tasa de 1,9% respecto al pasado trimestre y vuelve al terreno positivo tras dos trimestres en negativo.
El director del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Jason Furman, celebró el repunte al asegurar que los datos del mercado laboral siguen siendo robustos, con una creación de empleo continuada en el sector privado y un alza en los salarios notable en lo que va de 2016.
Furman insistió, no obstante, en que son necesarias más medidas por parte del Congreso para estimular la economía a través de la innovación e inversiones en infraestructura así como los acuerdos comerciales como el Tratado Transpacífico que promuevan una mayor competitividad en la economía.
En el último trimestre de 2015, la economía estadounidense avanzó a una tasa anualizada del 1,4%.
En conjunto, la cifra muestra la resistencia de EE. UU. ante el contexto de desaceleración global, y sienta las bases para una probable subida de tipos de interés en la reunión de política monetaria de la Reserva Federal (Fed) que tendrá lugar el 14 y 15 de junio.