Liubliana (AFP). El gobierno de Eslovenia adoptó este jueves durante su Consejo de Ministros un plan de saneamiento de las finanzas públicas que será comunicado a la Comisión Europea para evitar recurrir a la ayuda financiera internacional, anunció la primera ministra, Alenka Bratusek.
Durante una rueda de prensa en Liubliana, Bratusek subrayó que se trataba de sanear las finanzas públicas, especialmente su sector bancario con problemas, y estimular el crecimiento.
El sector bancario carga con unos créditos dudosos que suman 7.000 millones de euros, el equivalente del 20% del Producto Interior Bruto (PIB) del país, y podría llevar el país a convertirse en el sexto de la zona euro en recurrir a un rescate, después de Chipre, España, Portugal, Irlanda y Grecia.
Sin embargo, alertado por las condiciones impuestas por la Unión Europea a Chipre a cambio de la ayuda internacional, Liubliana espera poder evitarlo.
Entre las medidas anunciadas, la jefa del gobierno subrayó que había renunciado, en un primer momento, a "un impuesto de crisis" al que estarían sometidos todos los ciudadanos.
"Somos conscientes de que la renuncia a un impuesto de crisis tendrá un efecto positivo para la economía y por ello hemos elegido la solución que tendrá menos consecuencias negativas para el crecimiento económico", declaró.
Sin embargo, si el plan adoptado no lograra los efectos esperados, entonces "un impuesto de crisis" podría formar parte "de un plan B", añadió.
Por otra parte, el gobierno decidió aumentar el Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) a partir del 1 de julio e instaurar un impuesto inmobiliario a partir de enero de 2014. Este última medida estaba inicialmente prevista para enero de 2015.
Como previsto, Bratusek anunció también que el gobierno había decidido la privatización de empresas públicas, posiblemente de un banco y de un grupo de telecomunicaciones, pero no reveló los nombres de las empresas en cuestión.