Bajo el sello 100% made in Costa Rica, la empresa Eosol desarrolla una turbina para que viviendas, comercios, hoteles e industrias puedan generar la energía que consumen a partir del viento que sopla en las azoteas.
Estos aparatos también pueden ser una buena alternativa para instituciones públicas como centros educativos o ministerios.
La ventaja de estos dispositivos es que generan sin producir contaminación al medio ambiente.
La turbina denominada SkyTwister es capaz de producir entre 1 y 4 kilovatios con una velocidad de viento desde los 11 metros por segundo. El dispositivo mide cuatro metros de diámetro con un peso de entre 125 y 175 kilogramos.
Las turbinas utilizadas en los complejos eólicos, como el del ICE, en Tejona en Tilarán, Guanacaste, deben ser colocadas en campos abiertos alejados de las ciudades debido a su gran tamaño y el ruido que generan.
Guillermo Rojas, miembro de la microempresa Eosol, dijo que el dispositivo se diseña acorde a la necesidad del cliente y se le deja totalmente instalado.
“Es una turbina tropicalizada, diseñada acorde a las características de nuestro país”, dijo.
El precio oscila entre los $13.000 y $14.000.
El servicio incluye un paquete de baterías de 32 ó 36 voltios cada uno donde se puede almacenar la energía que se genere y no se utilice en el momento.
De acuerdo con Rojas, en el Valle Central, después de los 16 metros de altura, entra el viento laminar el cual se puede aprovechar para producir energía.
Toda persona que haya disfrutado de un partido o un concierto en el estadio Saprissa puede dar fe del viento que sopla en ese sitio.
Eosol ya llevó la propuesta a los representantes del equipo de fútbol: aprovechen la fuerza de ese viento para generar la energía que consumen en el estadio, resaltó Rojas acerca de este plan.