El precio del petróleo de referencia en Estados Unidos, el WTI, bajó de $102,75 el barril el 11 de mayo a $83,98 el 5 de junio, pero la repercusión de esa merma no se sentirá tan pronto en Costa Rica.
Dos factores se confabulan para que el impacto positivo en los costos de producción se tarde en llegar.
El primero es que la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) no puede fijar precios mientras no se resuelva un recurso de amparo en la Sala IV y, la segunda, que si pudiera hacerlo, se manifestaría en un ajuste a mediados de junio, reconoció el Gobierno.
Además, Costa Rica no adquiere crudo (no refina) sino que compra gasolina y diésel. A veces, estos productos del petróleo no bajan tan rápidamente como el crudo, advirtió el segundo vicepresidente de la República, Luis Liberman.
La caída en los precios del crudo es más fuerte en las últimas semanas, pero es una tendencia, aunque con altibajos, desde febrero pasado, según las autoridades del Banco Central de Costa Rica.
Por ser tan volátil, la cotización del petróleo no se usa permanentemente para ajustar indicadores como la inflación, pero sí afecta los costos de producción.
La difícil situación de la economía europea y el despegue de la de Estados Unidos a un bajo ritmo se consideran como factores fundamentales del mercado. Esto porque se teme una reducción en la demanda que empuja a la baja de precios.
Algunos temores acerca de una eventual recesión también le dan fuerza a la baja al mercado.
Pese a ser factores muy reales, tanto el Banco Central como el segundo vicepresidente Liberman son muy cautos al valorar esta situación de mercado. No es posible determinar, afirman, si se trata de una situación estructural (que se mantendrá mucho tiempo) o será algo pasajero.
Esperanza. Juan Ramón Rivera, vicepresidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR), dijo que las empresas esperan una baja en el precio de la energía cuando el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) aplique el modelo. “Esperamos que así como se es ágil para aplicar aumentos también se haga en el caso de las rebajas”, pidió el representante de la industria.
Un segundo beneficio de la reducción en las cotizaciones del petróleo es que muchas industrias requieren, en su proceso productivo, de mucho combustible sólido derivado del petróleo, explicó Rivera.
Esto se aplica en horneado, cocinado (industria alimentaria) y en vapor para calderas logrado con derivados del petróleo.
El tercer aspecto importante para las empresas es el transporte, por la relevancia en la movilización de los productos terminados y de las materias primas.
Otra cantidad grande de empresas usa materias primas cuyo precio depende directamente del comportamiento del petróleo.