San José (Redacción). Costa Rica ocupa el lugar 32 de 55 países en el índice Microscopio global sobre el entorno de negocios para las microfinanzas 2011, preparado por The Economist Intelligence Unit ; no obstante, el poco desarrollo del sector en el país se debe a los servicios que presta la banca estatal y un desarrollo social mayor.
Según el estudio el entorno de las microfinanzas en Costa Rica está subdesarrollado y se enfrenta a la competencia de un trío de bancos estatales, principalmente el Banco Nacional, que tiene una gran participación en el microcrédito, pero actúa también como prestamista de segundo nivel.
“El nivel relativamente alto de desarrollo social (poca pobreza e informalidad), la poca extensión geográfica y la buena infraestructura ayudan a reducir la exclusión financiera”, apunta el documento, entre los motivos para el poco desarrollo de las microfinanzas.
Además, el estudio señala que no existe en el país un vehículo especializado para las microfinanzas, y que estas entidades suelen ser pequeñas y subcapitalizadas, excepto por las dos más grandes, Acorde y Adri.
Perú encabeza la lista de países con alto desarrollo del sector, seguido de Bolivia, Pakistán y Kenia, según el ranking del 2011, que compara los sectores de microfinanzas de países y regiones bajo dos categorías: marco regulatorio y práctica y marco institucional. Estas dos se complementan con un factor de ajuste para tener en cuenta las conmociones políticas y de estabilidad que puedan afectar al sector.
Otros países de América Latina que hacen parte de los 12 primeros lugares son: El Salvador, Colombia, Ecuador, México, Panamá y Paraguay. México y Brasil, las economías más grandes de América Latina, tomaron medidas importantes para mejorar el clima para las microfinanzas, con ambos países ubicados entre los primeros 15 lugares del índice.
Este estudio anual clasifica el entorno de negocios para microfinanzas en 55 países y presenta una perspectiva tanto en tendencias globales como para cada país. El resalta que todavía existen brechas en regulación y en el mercado, las cuales limitan a la industria a alcanzar su potencial y mejorar el acceso a financiamiento para los más pobres.
Los sólidos resultados de América Latina son impulsados por puntajes altos en áreas que facilitan las microfinanzas, particularmente la existencia de una infraestructura de centrales de riesgo que están relativamente bien establecidas en la región.
El estudio resaltó que El Salvador ocupa el primer lugar en Centroamérica y se mantiene en el quinto lugar de la clasificación global.