San José (Redacción). Los consumidores en Costa Rica están cada vez más pesimistas acerca del futuro de la economía y del país en general, reveló una encuesta realizada por la Escuela de Estadística de a Universidad de Costa Rica (UCR).
La encuesta se realiza trimestralmente para obtener el Índice de Confianza del Consumidor (ICC). El indicador de confianza se ubicó en mayo apenas en 38,9, mientras que tres meses atrás estaba en 44,3, según reveló esta mañana el investigador principal, Johnny Madrigal Pana.
Agregó que en poco más de dos años la confianza medida por ese índice disminuyó en 14,4 puntos.
La encuesta se aplicó a una muestra de 707 hogares con teléfono, entre el 2 y el 15 de mayo. Contiene cinco preguntas relacionadas con la familia, la situación económica, las empresas y el futuro del país.
Madrigal dijo al analizar datos históricos del comportamiento del ICC que desde febrero del 2010 se nota una reducción en la confianza de los consumidores. Esto prácticamente coincide con la llegada del actual gobierno.
La percepción pesimista se mantiene pese a la baja inflación en el país, al crecimiento esperado de un 3,8% de la producción este año, al crecimiento de las exportaciones, al control sobre el tipo de cambio y a que las tasas de interés apenas comienzan a subir.
Sin embargo, casos como los problemas en la construcción de la carretera fronteriza con Nicaragua, con el pago de impuestos y otros que han degenerado en la renuncia de funcionarios, afectan la percepción tanto social como económica de os consumidores.
Además, Madrigal advirtió que los buenos indicadores económicos (producción, tasas de interés, tipo de cambio, exportaciones) no son sostenibles si el país no soluciona el problema del déficit fiscal (mayores gastos que ingresos del Gobierno).
Toda esta condición de pesimismo genera que, por ejemplo, cada menos personas estimen la situación propicia para adquirir bienes duraderos. Solo un 16% estima que es buen tiempo para adquirir carro.
Finalmente, un 75% considera que el actual gobierno hace un trabajo pobre al consultarle acerca de la política económica.