Dos de las más grandes cadenas de supermercados reconocieron ayer que se mantiene la confusión acerca de cuáles productos fueron gravados con el impuesto de ventas.
El Gobierno emitió un decreto original para afectar con ese tributo productos que antes no estaban incluidos, bajo el criterio de considerarlos de consumo suntuario.
Luego de la protesta de sectores productivos y de la confusión generada entre productores de varios artículos, se volvió atrás en algunos casos, como leche, pan, frijoles, atunes enlatados, quesos y embutidos. Estos cambios se negociaron entre el viernes y ayer.
Walmart, dueña de Palí, Maxipalí, Más x Menos y Walmart, y el Grupo Empresarial de Supermercados S. A. (GESSA), propietario de Jumbo, Peri, Turribásicos y Supercompro, coincidieron, por separado, en la dificultad logística que implican los cambios.
Yolanda Fernández, gerente de Asuntos Corporativos de Walmart de México y Centroamérica, dijo que respetan las directrices de las instituciones y Gobiernos, pero explicó que los cambios requieren de un esfuerzo grande de logística.
Reconoció que para una empresa del tamaño de Walmart, es muy difícil hacer las variantes de un día para otro.
Esa firma tiene 201 tiendas en todo el país y asuntos de seguridad informática causan que esos procesos no puedan ser desarrollados de repente, dijo Fernández.
“Nosotros hemos hecho los cambios de acuerdo a nuestra interpretación y los hemos mantenido hasta que el Ministerio (de Hacienda) aclare la situación”, declaró Adrián Mora, gerente de logística de GESSA.
Agregó que los casos de mayor confusión se estaban dando ayer en las carnes. Por ejemplo, dijo, se debe dejar muy claro cuál es el bistec popular, pues lo que es para un comercio no lo es para otro.
Los mismos proveedores están confundidos, pues a veces traen facturas con impuestos agregados y en otros no, comentó Mora.
Los representantes de Walmart y GESSA coincidieron en que la situación causa molestias y comentarios entre los clientes, pese a que se les explica el porqué.