La idea de que Bernanke fuera a anunciar la implementación inmediata de otro paquete de estímulo económico se fue diluyendo a medida que fue transcurriendo la semana, por lo que los inversores celebraron que dejase la puerta abierta a que la FED considere más medidas en su reunión de setiembre.
Las esperanzas de que el “QE3” –tercera ronda de compra de bonos del Tesoro– llegará irremediablemente dejaron en un segundo plano la pesimista evaluación del estado de la economía del responsable de la FED.
También se desoyeron los desalentadores datos sobre el crecimiento del PIB estadounidense en el segundo trimestre, ya que el Departamento de Comercio reveló que creció el 1%, por debajo del 1,3% de su primer cálculo.
Esta revisión a la baja incrementa los temores sobre una nueva recesión en el país, alentados también por un índice de desempleo que se mantiene en un nivel alto, del 9,1%.