San José (Redacción). La delegación colombiana de negociación del Tratado de Libre de Comercio (TLC) con Costa Rica expresó su deseo de avanzar sustancialmente el proceso de acuerdos con el país.
“Esperamos entrar en la misma línea de avance de la primera ronda, Colombia, que realmente fue muy provechosa en materia de disciplinas”, afirmó el jefe de negociación de Colombia, Javier Humberto Gamboa.
El vocero explicó que hay varios capítulos cerrados, tales como, servicios y solución de controversias, entre otros.
Gamboa insistió que esperan continuar esa tendencia en esta segunda ronda de negociación la cual se inició, esta mañana, en el Hotel Real Intercontinental, en Escazú.
“Esta semana, la idea sería cerrar cualquiera de los textos pendientes en materia de disciplinas, separando el tema de las listas, que toma más tiempo”, agregó.
Gamboa indicó que esperan cerrar los textos generales (capítulos del acuerdo del tratado) que quedan pendientes o “quedar muy cerca del cierre”, aunque no especificó cuáles podrían ser.
Añadió que cada uno también tiene canales dedicados y se invierte mucho tiempo en escuchar a los diferentes sectores productivos. así como, en conocer sus preocupaciones.
“Una parte de la negociación de acceso a los mercados se dedica a eso para llegar a un acuerdo de libre comercio que permite considerar las diferentes sensibilidades”, afirmó.
Hurtado recordó que en el caso de Costa Rica existen tratados con México, Centroamérica y Estados Unidos y con China. “Vamos a manejar las sensibilidades de ambos lados con las gradualidades (con los plazos) que permiten hacer los ajustes para no tener impactos negativos”, concluyó.
Costa Rica espera que la negociación de este TLC se termine en diciembre próximo, tras cuatro rondas de negociaciones, para luego pasar el texto a las revisiones legales correspondientes.
La tercera ronda se realizara en octubre, en Colombia, y la ronda final, en noviembre, en Costa Rica.
El documento se enviaría a trámite legislativo en el primer semestre del 2013.
Colombia busca acuerdos comerciales para sectores industriales, como zapatería, pasta y metalcamecánica; mientras los nacionales desean beneficios para el sector agrícola, como una cuota para la caña.