El secreto de CoopeDota para mantener el café como una actividad lucrativa es buscar compradores internacionales comprometidos con los problemas del sector.
Se trata de importadores interesados en venir a las plantaciones, observar la vida de los productores y sus dificultades diarias.
La cooperativa, trae a esos compradores a las fincas, no solo en época de cosecha en verano, sino en condiciones adversas en invierno, explicó Roberto Mata, gerente general de CoopeDota.
Además, la empresa asociativa se comprometió con la calidad del café y con su producción en armonía con la naturaleza.
Por eso y porque el producto final tradicionalmente del café es apenas un 18% de toda la materia, la empresa desarrolla programas para aprovechar los residuos: cascarilla para generar energía, broza para producir abono orgánico y mieles para, eventualmente, elaborar etanol. En ello se comprometen sus 800 asociados.