Basilea, Suiza y Brusela. DPA y EFE Tras la crisis financiera, los bancos tendrán que acostumbrarse a regulaciones de capital más estrictas en el futuro, acordó ayer el comité encargado de elaborar la nueva regulación internacional bancaria sobre recursos propios, conocida como Basilea III.
El comité de supervisión del Banco de Pagos Internacionales de Basilea, integrado por autoridades de 27 países, se reunió ayer para tratar el tema.
En los borradores del documento se señala que los bancos tendrán que reservar al menos un 6% de su base de capital para hacer frente a posibles pérdidas.
A ello se suma un “colchón” de un 3% para crisis y se especula con otro 3% para política anticíclica. Hoy la cuota mínima es de un 4%.
Las asociaciones bancarias temen que las nuevas reglas afecten a su negocio.
Además, opinan que habrá menos dinero para préstamos a largo plazo para empresas medianas.
El acuerdo de Basilea III quedará concluido este fin de semana por los supervisores y los jefes de gobierno decidirán su aplicación en la cumbre del G-20 en noviembre.
Sin acuerdo. Por otra parte, el primer debate sobre la imposición de nuevas tasas a la banca en la Unión Europea dejó ayer al descubierto que hay consenso sobre el fondo, pero no sobre la forma.
Los líderes europeos ya acordaron el pasado 17 de junio la introducción de un gravamen a la banca dentro del nuevo marco de resolución de crisis y hoy tocaba a sus responsables económicos comenzar a perfilar una posición común sobre la modalidad del mismo y el destino de lo recaudado.