Los bancos estatales se oponen a entregar el 15% de sus utilidades para fortalecer el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Sus principales argumentos son que los bancos estatales ya soportan una carga fiscal alta, y que eso les afectaría la capacidad para otorgar créditos.
El gerente de Bancrédito, Guillermo Quesada, y el Banco de Costa Rica, por medio de la oficina de prensa, enumeraron las cargas sobre sus utilidades que enfrentan actualmente.
Estas son: 30% de sus utilidades para el impuesto sobre la renta, 5% para el Consejo Nacional de Préstamos, 10% para el Instituto Nacional de Fomento Cooperativo, 3% para el Fondo Nacional de Emergencias y un 5% para el Fondo de Financiamiento para el Desarrollo.
Además, un aporte obligatorio a la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), que oscila entre un 1% y 1,5% de las utilidades, una contribución obligatoria al Gobierno Central para el pago de membrecías en organismos internacionales, que varía entre un 2% y un 2,5% de las ganancias, y, según un criterio reciente de la Procuraduría General de la República, también deben pagar todos los tributos municipales: aproximadamente, un 1% de las utilidades.
Dicha suficiencia no puede ser menor al 10%.
Por eso, si a los bancos estatales les queda poco para capitalizar, se verán limitados sus préstamos al público.
No fue posible obtener ayer los argumentos que presentó el Banco Nacional.