El índice de precios en octubre cambió de tendencia, tras la subida de 0,3% del mes pasado, gracias a un descenso de los precios de la energía, en especial de la gasolina, que se redujeron un 3,1%, y de los alimentos, que con un 0,1% tuvieron su menor aumento en meses.
Excluidos la energía y los alimentos, los productos más volátiles, los precios subieron un 0,1% en octubre, la subida más baja en lo que va del 2011.
No obstante, la cifra aún está por encima de las previsiones de la FED, que pronostican un 2,8% para final de 2011 y un 1,7% en el 2012.
El dato de inflación es más positivo si se observa en conjunto con otros indicadores recientes de la economía estadounidense, como la aceleración del crecimiento del producto interior bruto (PIB) en el tercer trimestre del 2011 a un 2,5%.
También ayer se hizo público el índice producción industrial, que registró un incremento del 0,7% en octubre, estimulado por el buen comportamiento del sector automovilístico y electrónico.
Contribuyó, además, al tono positivo la subida de las remuneraciones semanales de los trabajadores en un 0,3% en octubre, el mayor salto desde el 2010. Los analistas destacan que puede ayudar a devolver la confianza de los consumidores.
El gasto de los consumidores representa casi el 70% del PIB de los EE. UU., por lo que el devenir de la economía estadounidense depende en gran medida de la disposición de los ciudadanos a comprar.
Es probable, empero, que la FED aguarde a ver una tendencia más consolidada en la baja del índice de precios para anunciar una nueva medida de impulso económico.